ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Las mujeres reclaman regresar a sus puestos en la Admnistración afgana
La ONU alerta de una violencia cada vez mayor en la represión de las protestas
Las funcionarias que ocupaban puestos en la anterior Administración afgana reclaman poder volver a ellos. Tras la decepción ante la formación esta semana del Gobierno talibán, que no ha incluido a ninguna mujer, algunas han mostrado su preocupación sobre su destino.
Shogufa Najibi, que trabajó durante una década en la Cámara de Representantes, denunciaba al medio afgano Tolo News que no se le ha permitido regresar al trabajo desde que llegaron los talibanes al poder. «Cuando fui a la oficina, pregunté por qué no nos permitían trabajar y un colega afirmó que eso ya no era una obligación». Según la Comisión Independiente de Reforma Administrativa y Servicio Civil del país, unas 120.000 mujeres trabajaban en las instituciones civiles de Afganistán antes de la victoria de los talibanes, pero ahora no está claro el destino de todas ellas.
Aumentar la presencia de las mujeres en las instituciones gubernamentales a más del 30% era el objetivo que se había marcado el Gobierno anterior. Aún no está claro qué leyes crearán los talibanes para que las mujeres sigan trabajando en el país.
En cuanto a la participación de la mujer en el Parlamento afgano, la proporción de mujeres parlamentarias rondaba el 27% desde 2005, cuando se celebró la primera sesión del órgano electo después de tres décadas. Según la Constitución de 2004, al menos 68 de los 250 escaños de la Bámara baja del Parlamento están reservados para mujeres, con dos escaños para mujeres en cada una de las 34 provincias del país.
Munición real y látigos
Entre tanto, el Alto Comisionado de Derechos Humanos de la ONU denunció ayer que la respuesta de los talibanes a las marchas pacíficas en Afganistán son cada vez más violentas, con empleo por parte de las autoridades de munición real, porras y látigos que han causado la muerte de al menos cuatro manifestantes.
La portavoz del Alto Comisionado, Ravina Shamdasani, aseguró durante una rueda de prensa en la oficina de Naciones Unidas en Ginebra que esta entidad ha recibido informes de búsquedas casa por casa de aquellos que han participado en las protestas, según recoge Reuters.
Así mismo, señaló que periodistas han sido intimidados y que uno de los que fueron golpeados mientras estaba detenido recibió amenazas verbales de ser decapitado.
Los talibanes dispersaron el pasado martes con tiros al aire una manifestación que había congregado a un millar de personas en las calles de Kabul, en la que se reclamaba que Pakistán se quedara al margen de la crisis afganas, así como libertad y respeto a los derechos de las mujeres.
Vídeos difundidos en las redes mostraron a un grupo de manifestantes en las proximidades de la Embajada de Pakistán en la capital afgana con pancartas con mensajes como «Pakistán, vete de Afganistán», así como a un grupo de mujeres que salían a exigir su inclusión en el Gobierno y en puestos de toma de decisiones.