ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Infantino dispara contra Occidente
► El presidente de la FIFA denuncia la «doble moral» de los países que critican a Qatar
«Hoy me siento qatarí, árabe, africano, gay, discapacitado y trabajador migrante». Con esta declaración de intenciones inició el presidente de la FIFA su comparecencia ante los medios la víspera de que el balón eche a rodar. Frases cargadas de crítica y no exentas de reproches, en un tono sosegado, Gianni Infantino denunció la «injusticia» a la que se ha sometido a Qatar por la limitación de derechos. Y abundó en este argumento para denunciar la «doble moral» y la «hipocresía» de Occidente por in
tentar dar «lecciones» sobre asuntos en los que su comportamiento ha sido indigno o al menos discutible. Afirmó que no es un político, que hay decisiones que sólo pueden adoptar los gobiernos, pero se comportó como tal al mostrarse cristalino en los mensajes que quería que calasen y ambiguo y esquivo en asuntos sobre los que, por su cargo, no se puede pronunciar con la misma contundencia. Habló de las empresas occidentales que se embolsan un dineral en suelo qatarí y sin embargo miran con recelo las medidas impulsadas por las autoridades para mejorar la situación de sus empleados: «Claro, igual en su cuenta de resultados no se pueden permitir ganar sólo 900 millones, y no mil». Fue taxativo con las críticas a Qatar y a la FIFA «desde el sofá». Eso es lo fácil, vino a decir. Lo complicado, añadió, es acercarse a sociedades diferentes e intentar comprenderlas para, siempre mediante «el uso de la conversación y el diálogo», ayudar a mejorarlas. Infantino está convencido de que el Qatar de hoy apuesta por «abrir las puertas» en cuestiones de calado que han soliviantado al primer mundo a pesar de que a éste también le costó lo suyo – «3.000 años en el caso de Europa»– admitirlas cultural y socialmente.
Dejó bastantes cabos sueltos de forma deliberada. No mencionó a los miles de trabajadores que según diferentes organizaciones han perdido la vida en la construcción de los estadios. Solo apuntó que la ley qatarí ampara e indemniza a quienes sufren un accidente. Y pasó de puntillas sobre la condena de hasta a siete años de prisión a los gays. «Ahora es el momento de que hablemos de esta Copa del Mundo, porque el fútbol une a la gente», zanjó.