ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
La selección de los extremos
► La presencia de siete interiores confirma la predilección de Luis Enrique por las bandas
Que a Luis Enrique le gustan los futbolistas de banda es una evidencia desde que ofreció su primera lista como seleccionador. El Mundial de Qatar, sin embargo, ha dejado claro que su predilección por los interiores va mucho más allá, hasta convertirlos en uno de los ejes del proyecto que empezó a construir hace cuatro años. Es su España una selección de extremos, jugadores a priori cortados por el mismo patrón pero que según el entrenador asturiano ofrecen cosas diferentes. De los ocho internacionales que conforman el ataque de La Roja, siete viven pegados a la cal: Ferran Torres, Nico Williams, Yeremi Pino, Marco Asensio, Pablo Sarabia, Dani Olmo y Ansu Fati. Sólo el octavo pasajero, Álvaro Morata, es un delantero centro puro. Cuando el punta del Atlético no esté, alguno de los mencionados hará de falso 9, pero no todos valen.
La versatilidad se ha convertido en una búsqueda incesante para el técnico gijonés, convencido de que la eventual rigidez en las líneas resta variedad al juego y acaba empobreciéndolo. Esta máxima parece entrar en contradicción con el ‘overbooking’ en los costados en la gran cita de Doha, pero según el criterio de quien ha apostado por ellos son capaces de asumir otros roles, de reconvertirse si el guion de un partido así lo aconseja. Asensio y Olmo son candidatos a ejercer de ariete virtual –el futbolista del Leipzig lo hizo en la pasada Eurocopa en el choque ante Italia y su rendimiento fue extraordinario–. También se podrían mover por esa zona Ferran Torres y Sarabia. No así Yeremi y Nico, llamados a abrirse a las bandas, cuanto más mejor. Ansu Fati tiene el terreno más despejado e incluso podría transformarse en nueve real si hiciera falta.
El debut de España en Qatar está a la vuelta de la esquina –el miércoles frente a Costa Rica a las cinco de la tarde, hora española– y, aunque hacer pronósticos resulta un ejercicio muy osado cuando es Luis Enrique quien gestiona un banquillo, Ferran Torres y Sarabia se postulan como los interiores con más posibilidades ser de la partida en el Al Thumama Stadium. Olmo ha estado parado bastante tiempo por una lesión, y Asensio y Ansu Fati entraron en la lista en la foto finish –aunque ambos completaron un excelente partido frente a Jordania con una conexión eléctrica–. Yeremi Pino ha estado siempre en el alero y Nico Williams ha funcionado hasta la fecha como un revulsivo; ante Suiza para liderar el arreón final en busca de empate, ante Portugal para dar la asistencia a Morata y en Ammán para despertar al resto de la siesta.
El seleccionador tiene un porcentaje considerable de acierto al elegir a sus hombres de banda, como se ha demostrado con el jugador del Athletic. Las consignas son claras. Mirar siempre hacia delante, combinar entradas por el exterior y por dentro para desorientar a sus marcadores y moverse casi pegados a la línea con el objetivo de que los centrocampistas tengan espacio para la creación. Como colofón, que no duden en mirar la portería. La falta de gol es uno de los males endémicos de La Roja y el preparador asturiano quiere que los extremos sean osados y que no se limiten a meter buenos envíos al área o a buscar pases filtrados. Deben convertirse en el complemento ideal del centro del campo, los que se ofrezcan cuando los compañeros de la medular necesiten quitarse la presión y los que lideren el ataque cuando haya una recuperación de balón cerca del área.
Esta última es una de las principales razones por las que el técnico se ha decantado de momento por Torres y Sarabia a escasas fechas del debut de España en la capital qatarí. Ambos están capacitados para trabajar con o sin balón, una doble tarea que obliga a un derroche físico importante. Se prodigan en tareas defensivas dificultando las salidas de los rivales y cerrando las bandas cuando los laterales pretenden progresar. Una de las grandes sorpresas tácticas de Luis Enrique desde que cogió las riendas de la selección tuvo como protagonista a Olmo y se produjo en la Eurocopa multisedes de la pandemia, ante Italia. El entrenador le pidió que cayera hacia el centro cerca de la medular y el futbolista de Tarrasa descolocó por completo a sus rivales. El catalán ejemplificó la polivalencia que persigue Luis Enrique.
La falta de gol es un mal endémico y el técnico quiere que los extremos sean osados, que se ofrezcan y lideren el ataque