ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
«No están Alcaraz y Nadal, pero España sabe asumir la presión»
El alicantino analiza el pasado, presente y el futuro del tenis y las opciones de España en el torneo que empieza mañana
Dejó la raqueta, pero no el tenis. David Ferrer ( Jávea, 1982) afronta el nuevo papel que supone dirigir las Finales de Copa Davis con la humildad y el compromiso con el que jugaba. Disfruta de las nuevas generaciones como aficionado con la tranquilidad de haberlo dado todo en la pista.
—¿Está nervioso o demasiado liado para estar nervioso?
—Nervioso no. Intento tenerlo todo coordinado. Aportar facilidades. Hay cosas que son factibles y cosas que no. Por ahora voy bien. Veremos una semana intensa y muy bonita de tenis. Los mejores del mundo.
—¿Pidió consejo a sus predecesores? —Acepté el cargo y estuve en contacto con Albert Costa, con quien tengo muy buena relación. En Kosmos están Enrique Rojas, Carlos Blanco y me ayudan muchísimo. Estoy muy bien cubierto y conocerlos lo hace todo más fácil. Puedes ser tú y con la confianza para decir las cosas que quieres hablar.
—¿Es la Davis que querría jugar?
—Son diferentes. Me hubiera gustado porque el calendario está más apretado. Son dos semanas. Para el calendario de los jugadores es más fácil, menos desgaste, tres sets y no cinco.
—¿Cómo se gestiona un deporte que no tiene hora de cierre?
—No es fácil. Siempre se hace un estudio de los jugadores, porque unos tienen una duración muy larga, otros más corta, para ver la media de las horas que puede tener una eliminatoria. En Davis es más difícil porque es más estructurado. A partir de ahí se fijan los horarios para televisiones, para el país... muchos aspectos que la gente desconoce. Es un problema, pero lo hace emocionante. Con las teles no es fácil tener un comienzo y no tener un fin. No luchamos contra eso, nos adaptamos.
—Si se observa las edades de algunos de los líderes, ¿estamos ya en el tenis del futuro?
—Podría ser. Son muy jóvenes, con carisma, Alcaraz y Sinner pueden dominar los próximos diez años.
—¿Qué papel puede hacer España? —Está entre las favoritas, con Italia, Estados unidos, Canadá... van a ser eliminatorias muy duras. La baja de Alcaraz –por lesión– es importante porque hablamos del número 1 y venía muy motivado, pero Bautista, Carreño, Granollers están más que habituados a jugar la Davis y a asumir esa presión. Sin duda, sigue siendo muy buen equipo.
—¿La lesión de Alcaraz ha podido llegar por presión?
—No, no creo que la presión haya contribuido a que el cuerpo de Alcaraz se resienta. El calendario es el que es y ha jugado muchísimos partidos –70, 121 en toda su carrera–; es quizá el primer año que juega tantos, a tanto nivel y de tanta presión, como ganar un Grand Slam a cinco sets. Las lesiones forman parte del deportista, es una lástima, mala suerte, no hay que darle más vueltas. —¿Este es otro tenis ya muy distinto? —Muy distinto no. Ha cambiado el calendario, reglas. Se juega quizá con más potencia, pero en los últimos años de mi carrera ya era un tenis más agresivo, menos táctico. Todo evoluciona.
—Cuando jugaba esta competición, ¿le cambiaba la perspectiva?
—Tenía más presión. Juegas para un país, con un equipo en el que, si pierdes, pierden todos. En un torneo pierdes tú, la exigencia no es tan grande. Este lo sigue mucha más gente: aficionados al tenis y no aficionados. Y eso lo hace especial.
—El tenis español masculino tiene a Nadal y a Alcaraz en una misma era. ¿Qué hace bien España? ¿Milagros?
—Rafa no tiene que demostrar nada y Carlos no puede competir con él porque va a perder siempre. Tiene que centrarse en su carrera. Lo que ha hecho Nadal es de extraterrestre. Yo pensaba que habría un vacío muy grande, y llega Alcaraz que también es especial. Número 1, carismático. Ya ha ganado un Grand Slam y es difícil saber cuántos más ganará. Yo digo que entre cinco y diez, y a partir de ahí... es posible que más. Me quedo con que hay que disfrutarlo y ya está. Hay escuelas y se trabaja bien. Me alegro mucho como aficionado. Sí, es un milagro.
—Usted compartió partidos con los mejores Federer, Del Potro, Murray, Nadal, Djokovic… ¿ve ahora más abierto el circuito? ¿Menos consistencia? —Los que eran diferentes eran Rafa, Roger y Djokovic. Esos sí que han dominado una época, todos los torneos, todos los años. Lo demás estaba más abierto, éramos más como los de ahora. Son más irregulares porque está más igualado, no marcan tanto la diferencia. —¿Cómo vivió el adiós de Federer? —Te entristece, pero tenía que llegar. Ha marcado una época tenísticamente. Es el jugador más elegante y estético y talentoso que he podido ver. Me alegro de haber competido con él. Es una persona excepcional, muy cercano.
—¿Y el de Nadal? ¿Cómo y cuándo?
—Pues no lo sé. Ha ganado dos Grand Slams y es el 2 del mundo, así que no lo puedes pensar mucho. Y para 2023 estará a tope.
—¿Le dará tiempo a ver tenis esta semana en la Davis?
—Sí, sí que podré ver tenis. No al cien por cien porque tengo que estar atento a cosas externas, pero sí. Como director tengo que estar en pista. Para ver cómo funciona todo y estar atento a ciertas cosas que si estás en la pista puedes agilizar. Siempre me ha gustado ver tenis, y ahora como director del torneo y como extenista tengo la suerte de que puedo ver a los mejores del mundo y de verlo en directo.
—¿Ha tenido tiempo de evaluar su carrera?
Número 1 y número 2 «Lo que ha hecho Nadal es de extraterrestre. Gana dos Grand Slams y es el 2 del mundo, no se puede pensar en su adiós»
—Yo me he sentido orgulloso y bien con mi carrera: he hecho lo que he podido. Me retiré muy tranquilo, a gusto, con la ilusión de acabar bien tenísticamente porque me llenaba eso. No lo echo de menos. Es otra etapa. Tampoco le doy mucha importancia. Ha estado bien, una aventura.