ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El trasvase al Levante podría bajar entre 70 y 80 hectómetros al año
La Junta critica que Madrid votara en contra del nuevo Plan del Tajo, que garantiza caudales ecológicos en toda la cuenca, incluido en Aranjuez
«Por fin se meten 1.000 millones de euros para la depuración de Madrid»
Ayer era un día muy especial para el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de Castilla-La Mancha, Francisco Martínez Arroyo. No solo por la aprobación del nuevo Plan Hidrológico del Tajo, sino porque era su primera comparecencia en público después de ser operado de desprendimiento de retina, aunque sigue convaleciente.
«Hoy es un día feliz para todos los castellanomanchegos», afirmaba Martínez Arroyo, que resumió en una rueda de prensa lo aprobado este martes en el Consejo Nacional del Agua con el mensaje utilizado por el presidente Emiliano García-Page: «En el río Tajo lo que se decidió este martes es que las aguas vuelvan a su cauce».
Con ello, en su opinión, «por primera vez, se prioriza el cauce del río frente al trasvase». De hecho, según las estimaciones que maneja su departamento, la derivación del agua al Levante podría reducirse entre 70 y 80 hectómetros cúbicos al año, dependiendo del nivel de los embalses de cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía.
El consejero cree que «no ha habido discusión política real, sino ficticia, que ha enmarañado el resultado final del Consejo Nacional del Agua». De este modo, se mantienen los caudales ecológicos aprobados en la reunión de mayo de este organismo, que fija en 7 metros cúbicos por segundo a su paso por Aranjuez (Madrid) desde el 1 de enero de 2023 hasta el 31 de diciembre de 2025. Un año después, en 2026, ese caudal subiría a 8 metros cúbicos/segundo y en 2027 a 8,65 metros cúbicos/segundo.
«Esa progresión del caudal del Tajo en Aranjuez es muy importante para Castilla-La Mancha», según Martínez Arroyo, que explicó que si se hubiera medido ese caudal en Toledo o en Talavera de la Reina, se incluirían también el río Jarama, que arrastra las aguas residuales de Madrid.
También quedaron fijados los caudales ecológicos del río a su paso por Toledo y Talavera de la Reina. Estarán en un mínimo de 17,25 metros cúbicos por segundo en la capital regional y en 18 metros cúbicos por segundo en la ciudad de la cerámica.
En el Plan del Tajo también se incluyen, en este sentido, importantes inversiones que van a mejorar considerablemente la calidad de las aguas, como los mil millones de euros para depurar las aguas residuales de la Comunidad de Madrid, que posteriormente vierten desde el río Jarama. Y, además, beneficiarán a Castilla- La Mancha otras inversiones previstas en planes, como el del Guadiana, que ampliará la Tubería a la Llanura Manchega; mientras que en los casos del Júcar o el Segura, habrá dotación económica para mejora de regadíos.
«El Tajo no es cualquier cosa, sino que es su símbolo. Es un río que nos vertebra como región, no solamente a los municipios por los que pasa, sino
«Es una batalla ganada porque nuestro fin último es el fin del transvase»
que es simbólico desde la perspectiva de la defensa de unos intereses y del sentimiento de pertenencia a una tierra que lucha por su futuro y que, por primera vez en mucho tiempo, es tenida en cuenta en materia de política de aguas», manifestó.
El consejero apuntó además que en el Consejo Nacional del Agua participan 90 entidades de la sociedad civil y de las administraciones públicas de toda España con competencias e intereses en este ámbito. En ese contexto, se aprobaron todos los planes hidrológicos de cuenca de las nueve demarcaciones suprautonómicas del país, entre ellas la del río Tajo.
En este caso, se aprobó tal como se había estado trabajando a nivel técnico, de manera conjunta, entre el Gobierno autonómico y central. «Este no es un resultado de un solo día, sino que es fruto del trabajo de todos», señaló Martínez Arroyo. Por eso, agradeció la labor de la sociedad civil castellanomanchega, desde las organizaciones agrarias a las ecologistas o a las de usuarios, «que ha hecho que en Castilla-La Mancha seamos un poco más felices de lo que éramos gracias a haber avanzado en que el Tajo sea un río vivo».
El responsable de las políticas de agua de la comunidad autónoma recordó, además, que existen cinco sentencias del Tribunal Supremo que obligan a incorporar los caudales ecológicos en la planificación hidrológica, no solamente del Tajo, sino de todos los ríos, gracias los recursos y las demandas de la sociedad civil y del Gobierno de Castilla-La Mancha.
Alegría en Toledo y Talavera
También celebró ayer la noticia la alcaldesa de Toledo, Milagros Tolón. «Es una muy buena noticia para la ciudad de Toledo», aseguró la regidora toledana, que se alegro porque «por fin se meten 1.000 millones de euros para la depuración de Madrid, y porque se contempla dinero para las desaladoras en la zona del Levante». «Nosotros desde hace muchos años tenemos la razón moral, pero no teníamos la razón legal, pero, sin embargo, ya tenemos la moral y la legal», concluyó.
Del mismo modo, la alcaldesa de Talavera de la Reina, Tita García Élez, mostró su satisfacción porque «es una batalla ganada, ya que nuestro objetivo fundamental es siempre el fin del transvase». En su opinión, en la reunión del martes del Consejo Nacional del Agua «lo que se hizo fue justicia con el río Tajo», poniendo énfasis en el incremento de los caudales del río a su paso por Aranjuez según el nuevo plan. Pero también, destacó, «justicia con unos territorios que venimos reivindicando, pidiendo y trabajando para que el estado del río cambiara».