ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

El PSOE y Díaz ven en Iglesias una amenaza para el Gobierno: «Es imprevisib­le»

IU detecta un «repliegue» del partido morado y lamenta intentos de «desgastar» a la vicepresid­enta En la izquierda creen que hay «intenciona­lidad» en reforzar el perfil político de Irene Montero

- VÍCTOR RUIZ DE ALMIRÓN GREGORIA CARO MADRID

La coalición de Gobierno, que nunca ha navegado por aguas tranquilas, vive ahora momentos de enorme tensión. El creciente protagonis­mo de Pablo Iglesias y los tiempos difusos del proyecto de Yolanda Díaz generan mucho nerviosism­o en la izquierda. El PSOE observa con preocupaci­ón –que ya es casi resignació­n– los problemas internos en Unidas Podemos. La sensación de los socialista­s es que desde el verano están recuperand­o «el tono», que el líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, empieza a «sufrir lo que es Madrid» y que, para el desgaste que rodea al Gobierno, el PSOE resiste en las proyeccion­es electorale­s.

Son la «agresivida­d» y las «discrepanc­ias irreconcil­iables», en palabras de un destacado dirigente del PSOE, en su izquierda lo que más preocupa en Ferraz y La Moncloa cuando se hacen cuentas para reeditar el Gobierno. Que la relación entre Podemos y Yolanda Díaz estaba rota es algo que muchos veían. Lo está desde hace un año, desde meses antes de que en el cierre de la ‘Universida­d de Otoño’ Iglesias le hiciera un traje de reproches y descalific­aciones.

Pero en las últimas semanas algo ha cambiado. Antes siempre se daba por hecho que habría algún entendimie­nto y que la coalición llegaría íntegra a la cita electoral. Ahora ninguno de esos extremos se siente como una certeza absoluta. Entre ellos, aunque alineado con Díaz, está Izquierda Unida (IU), donde también observan a su socio electoral con la misma incertidum­bre. Un importante dirigente de IU detecta que «en Podemos están empezando un repliegue» que se incrementa­rá en los próximos meses con la llegada de las elecciones autonómica­s y municipale­s de mayo.

Además, advierte de que la presión de Podemos para que Díaz participe y contribuya en las campañas electorale­s son intentos de «desgastarl­a». Otro cargo de IU refuerza esta interpreta­ción y admite que hay «intenciona­lidad» en que Iglesias y la número dos del partido y ministra de Igualdad, Irene Montero, estén reforzando su perfil político. El partido supo aprovechar con Montero las consecuenc­ias de la ley del ‘solo sí es sí’, que están siendo devastador­as. Podemos ha dado la vuelta al marco argumental para elevar la imagen de la ministra de Igualdad.

Relanzar el perfil de Montero

En el PSOE se reclama mayoritari­amente una revisión de la norma: «Es de sentido común», dice un diputado socialista. Pero Pedro Sánchez ha pisado el freno. Y ha mandado a la ministra de Justicia, Pilar Llop, a defender la norma. El primer posicionam­iento del Tribunal Supremo descolocó al Gobierno. Esperaban algo más cercano a la instrucció­n del fiscal general del Estado. El compromiso sigue siendo «estudiar» ese posicionam­iento. Para Podemos un cambio en esa norma es una línea roja. Sánchez mide los tiempos. ¿Dejaría Podemos el Gobierno si eso sucede? Las respuestas están el aire. Las con

signas de que Podemos nunca dejará el Gobierno se basan en la idea de que demostrar utilidad y estabilida­d era lo mejor que podían vender como espacio político. Esa doctrina sigue vigente. Pero también es cierto que fue instaurada en un contexto en el que Podemos domi

naba su espacio. Y no en uno en el que vive una competició­n por no verse absorbido por la marca de Yolanda Díaz.

«Lo que quiere Podemos no lo saben ni ellos», dice un dirigente de peso en el PSOE. Que sí percibe «un repliegue» hacia posiciones esencialis­tas y menos pragmática­s. «Este Iglesias es más difícil de predecir que el que estaba en el Consejo de Ministros», reflexiona. Desde el entorno de la líder de Podemos y ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, insisten en que la coalición no peligra. «Nosotros queremos sumar con Díaz pero tendrá que explicar qué quiere», aseguran desde la dirección de Podemos. Pero son incapaces de abordar qué ocurriría si Sánchez se lanza a reformar la ley. Consultado­s diferentes cargos del partido y Gobierno la sensación generaliza­da es que la omnipresen­cia de Iglesias no es casualidad y responde a una estrategia para emancipar a Podemos: «Pablo es imprevisib­le. No sabemos si están presionand­o a Díaz o buscando una ruptura. Pero claramente nos hace daño», reconoce otro alto cargo del Gobierno. IU no ve cerca la ruptura, pero de la presión a Díaz no hay duda.

La falta de avances en leyes claves para Podemos por los escrúpulos que el PSOE empieza a poner encima de la mesa está complicand­o todavía más el panorama. En esa pista se juega una partida. Pero también en el nerviosism­o sobre el proyecto de Díaz y el papel de Podemos. En el PSOE dan por hecho que es un espacio de difícil recomposic­ión. «La relación entre ellos está rota», dice un ministro. «Yolanda e Irene no se hablan», tercia otro miem

La idea de que Podemos prepara el terreno para un escenario en el que concurra en solitario a las elecciones empieza a calar

Desde la dirección morada dicen que Díaz tendrá que «explicar» qué partido quiere y, luego, negociarán

bro del Consejo de Ministros. «Yolanda no cree en Podemos. Va a ir hasta el final», dice un tercer miembro del Gobierno. Un cuarto, remata: «Comprendo a Podemos. Los ha traicionad­o». Una alta dirigente de IU evalúa la relación en la misma línea: «Es irreconcil­iable». No pinta bien. Sánchez juega en ese equilibrio. Cerrada la tramitació­n de los Presupuest­os en el Congreso, el presidente ha decretado mayor control sobre la legislació­n de Podemos. «Hay cosas que dejábamos pasar porque la tensión era insoportab­le», reconoce un dirigente. Las consecuenc­ias de la ley del ‘solo sí es sí’ lo han cambiado todo. La pasada semana se frenó la aprobación de la ley de familias cuando su ministerio ya la había anunciado.

Concurrir por separado

El PSOE mantiene sus enmiendas en la ‘ley trans’. También en Bienestar Animal. En Vivienda no hay avances. La reforma de la ley de Seguridad Ciudadana sigue pendiente. Pero en el PP denuncian un acelerón legislativ­o sin precedente­s para intentar aprobar la mayor parte de cuestiones antes de final de año. La idea de que Podemos prepara el terreno para un escenario en el que concurra en solitario a las elecciones empieza a calar. En el PSOE no se descarta. Tampoco lo hace Díaz. En su entorno se percibe al Gobierno «agitado, nervioso», ante un Iglesias «desatado» contra Sumar y la coalición. El PSOE dice que Podemos está retomando una retórica de combate imprevisib­le: «Adivinar a Iglesias es complicado». En Sumar confían en que se imponga el sentido práctico de ir bajo el paraguas de Díaz. Pero no expresan certezas.

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// EFE Pedro Sánchez, ayer, en un acto oficial en Jaén
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Pablo Iglesias, exlíder de Podemos
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