ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Batalla entre las aseguradoras por robarse clientes en la crisis de inflación
El sector asume que, ante el aumento de precios, la fidelidad de los usuarios es menor
Las aseguradoras han comenzado a incrementar los precios de sus productos y eso genera una cadena de efectos en el sector que derivan en una consecuencia final: la guerra entre las entidades por robarse clientes. Fuentes financieras sostienen que si bien la batalla ya venía produciéndose estos años al calor de la enorme competencia en el gremio, ahora con el alza de las primas de seguro irá a más. Se espera que cada vez más usuarios se decidan a cambiar de compañía.
La prima de seguro es el precio del mismo. El tomador se obliga a pagar una prima por disfrutar las coberturas y la compañía se obliga a atender los siniestros. El equilibrio que había hasta ahora entre coste-beneficio se ha roto por culpa de la crisis de inflación. Como publicó ABC, el incremento del IPC desde finales de 2021 ha provocado que los costes de las reparaciones a los que tienen que hacer frente las aseguradoras también se hayan incrementado. Especialmente por tasas superiores al 10% de IPC como las que se dieron en verano. Ahora la inflación se ha moderado pero continúa en niveles anormalmente elevados, del 6,8% este pasado noviembre.
Si aumentan los costes a los que tienen que hacer frente las compañías, especialmente en los ramos de auto, hogar y salud, eso se lo tienen que trasladar al cliente en el precio del seguro porque, si no, los números no cuadran.
Fundamental en todo esto es la ratio combinada. Esta mide la rentabilidad que obtiene la aseguradora. Si baja de 100, significa que el negocio es rentable; si es superior, es que está en pérdidas. Con el aumento de costes por la inflación, esta ratio no ha parado de subir y las aseguradoras se han visto obligadas a repercutir la inflación a sus usuarios. Unas más que otras, y unas antes que otras, pero prácticamente en bloque todo el gremio ha estado forzado a repercutir el IPC en sus precios para intentar ser rentables.
Bajo este prisma surge la guerra entre entidades. En el sector asegurador, como indican fuentes financieras, hay varios condicionantes a la hora de contratar una póliza. En primer lugar, el precio del seguro; en segundo lugar, las coberturas que se ofrecen. Estos son los dos puntos clave que determinan la elección.
Ahora que prácticamente la totalidad de compañías se ven obligadas a incrementar sus precios, los clientes también reaccionan. En el sector hay un porcentaje de clientes en torno al 80% que pueden considerarse fieles; por tanto, hay un 20% de clientes que son susceptibles de cambiar de aseguradora, un porcentaje que ahora con el aumento de precios se espera que se incremente y haya más robos de usuarios entre empresas.
El factor precio, en estos momentos, jugará un papel todavía más fundamental en la guerra entre entidades. El que tenga una ratio combinada con más margen de maniobra podrá absorber más el aumento de costes y ofrecer mejores precios a los usuarios, con lo que su nivel de captación de clientes debería aumentar. Y así lo entienden algunas de las compañías consultadas, que sostienen que tratarán de ajustar al máximos sus pólizas en ese sentido para ganar en atractivo.
Sin embargo, habrá otras empresas que no puedan jugar tanto con el precio y deban hacerlo con las coberturas que ofrecen. Incluso, con regalos o promociones, como ya ocurre en otros sectores. En la banca, por ejemplo, se ofertan todo tipo de productos para captar clientes de fondos de inversión o de pensiones.
Las entidades jugarán con el precio para intentar captar clientes, pero también con el nivel de coberturas