ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
«Con la duquesa de Alba compartí el amor por los animales»
Genoveva Casanova nació en México. Se licenció en Filosofía en su país natal y desembarcó en España en 2000. Es la exmujer de Cayetano Martínez de Irujo, con el que tiene dos hijos ( Luis y Amina). Ha trabajado como imagen publicitaria para distintas marcas. Ha colaborado con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y la Fundación Vicente Ferrer, entre otros. En 2015 publicó su primera novela, ‘El llanto de los elefantes’.
—Mantuvo una relación muy estrecha y cercana con la duquesa de Alba. ¿Fue un referente para usted?
—Todos los días pienso en ella y la echo de menos. Para mi fue una segunda madre. Me protegió, me formó y me quiso como a una hija. Era una mujer tremendamente inteligente y sensible con la que compartía todas las cosas que más me interesan y apasionan.
— ¿Taj y Kila son sus canes? —Sí. Son mis dos perros. Taj es un pastor suizo blanco de 8 años, y Kila, una bodeguera cachorrita.
—¿Cómo se conocieron?
—A Taj me lo regalaron cuando estaba de viaje en la India, visitando el Taj Mahal. Me llamaron por teléfono e inmediatamente dije que sí. En cuanto regresé lo recogí y fue amor inmediato. Nunca me he separado de él. Kila me la acaban de regalar esta primavera y Taj la adoptó de inmediato. Es increíble el amor que le tiene y cómo la cuida.
—Aunque solo he podido conocer a Kila, nuestros lectores pueden conocer a través de Instagram a Taj (@thetajtales) ¿Tienen buen talante?
—Taj es muy tranquilo y cariñoso. Es muy Alfa, así que es dominante y protector, pero nada violento. Increíblemente inteligente. Te contesta con gestos y ruidos cuando le hablas y tiene una enorme sensibilidad. Kila es impresionantemente cariñosa. Va por la calle saludando a cada persona con la que se cruza. Ya tiene a varios en el barrio que va a visitar en cada paseo.
—¿Son hogareños?
—Mucho... aunque les encanta pasear por el Retiro o por el campo.
—¿Tiene alguna anécdota? —Sí, claro. Taj ha hecho cosas impresionantes. Una vez que me fui de viaje se lo dejé a Cayetano en su cortijo de la finca. Unos días después se escapó y se recorrió siete kilómetros a campo traviesa él solo de su casa a la mía para irme a buscar. A los pocos días, lo volvió a hacer una segunda vez. Increíble.
—Además, es aficionada a la hípica.
—Me fascinan los caballos desde que nací. Con mi primer caballo, me escapaba de casa a los 5 años y me iba a dar paseos sola por los bosques que rodeaban mi casa.