ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Diakhaby contra la retirada
La dura lesión del francés, que le tendrá un año de baja, convierte en casi un imposible su vuelta al fútbol
Incluso la gente poco acostumbrada a ver fútbol sabía que la lesión de Mouctar Diakhaby (Vendome, 27 años), durante el duelo entre Valencia y Real Madrid del pasado sábado, era muy grave. Se quedó gélido Mestalla, como un témpano, después de que Tchouaméni se precipitara de forma involuntaria sobre la rodilla del central francés. Compañeros y rivales se negaron a mirar el diabólico ángulo que había adoptado su articulación. Situación dura como hacía tiempo que no vivía el fútbol español, quizás desde aquella rotura de tibia y peroné de Manuel Pablo con el Deportivo en 2001.
Mal trago suavizado ayer cuando el zaguero apareció en Paterna, sobre muletas, escayolado hasta la ingle y con una sonrisa, para saludar y tranquilizar a sus camaradas valencianistas. Parecía que el galo no venía de sufrir uno de los peores percances físicos a los que se puede exponer un futbolista profesional, una luxación de rodilla que le destrozó todos los ligamentos y que, si hubiese afectado a la estructura nerviosa o sanguínea, podría haber derivado en la amputación de la extremidad por su proximidad a la arteria poplítea.
Pero como siempre, el jugador mostró una fortaleza magnífica pese al percance. De hecho, Diakhaby es uno de los más queridos en el vestuario che y sus compañeros sólo le han visto perder los papeles en una ocasión. Fue en abril de 2021, cuando acusó al jugador del Cádiz Juan Cala de insultarle con términos racistas durante el duelo (el caso acabó archivado ante la imposibilidad de verificar si su rival había pronunciado dichas palabras ofensivas). Incluso el sevillano aparcó sus rencillas con el francés para mandar
Mouctar Diakhaby Jugador del Valencia
«Me operaré en Francia, allí es donde están mi familia y mis amigos»
Pero sí que, por parte de la presión social en ese momento, un poco más. Llevar esos colores y con el patrocinador principal Repsol, marca española, la presión era muy muy alta. Lo pasé mal porque, a pesar de una pole y un par de podios, no eran los resultados que quería.
—¿Se sintió aliviado de que no fuera todo cosa suya, de que era la moto indomable para todos?
—Cuando llegué ya había pasado Álex Márquez, que lo está haciendo muy bien en Ducati; también Lorenzo, que venía de hacer grandes cosas. Sabía que no iba a ser una etapa fácil, pero como todos los pilotos que pasan por ahí siempre esperas ese cambio y que te traigan eso que falta. Pero en ese momento no pasó e intenté sacar lo máximo de mí.
—¿Mucho ego en los boxes de MotoGP?
—En el deporte de élite en general lo hay. Y no sólo en los deportistas, sino en todo lo que envuelve a los deportistas también lo hay. Creo que es necesario. Muchas veces puede ser tóxico, pero la mayoría de las veces el ego es lo que hace que seas mejor, que quieras ser mejor y que te creas mejor que el otro.
—¿Incluso si es tu compañero?
—Especialmente si es tu compañero. Es al primero al que tienes que ganar porque tu supervivencia se vale de eso. Si hay alguien que tiene que salir del equipo, que sea el otro, no tú.
—Ha coincidido con Rossi, Lorenzo, Pedrosa, Márquez, Quartararo… ¿era mala época para triunfar?
—Todas las épocas son malas para brillar. Todos los pilotos son muy buenos. Yo he vivido el cambio de motos satélites a motos oficiales, la llegada de la aerodinámica, con los alerones. Toda etapa tiene su lado divertido. Y es lógico que sea difícil. No lo veo como una dificultad, sino como una suerte de pilotar contra y con pilotos de la altura de Rossi, Pedrosa, Lorenzo. Es increíble.
—¿Se siente reconocido?
—Sí. Me siento muy muy feliz por lo que he hecho. Y reconocido. La reflexión es si antes de empezar tu carrera deportiva como piloto oficial con 15 años, me hubieran dicho: vas a estar tantos años en la élite, tantos años en MotoGP y habrás conseguido tantos podios, sin duda te lo hubiera firmado. Sin ninguna duda.
—¿Qué espera transmitir como comentarista?
—Un deporte gusta cuando se entiende. Mi labor estará en los circuitos, lo más cerca posible de las motos. Lo viviré en primera persona porque en algunas carreras estaré compitiendo. Quiero explicar y simplificar la parte más técnica, los ‘gadgets’: la electrónica, los paquetes aerodinámicos, el porqué hay pilotos que van rápido en los esprints y no en las carreras, por qué otros van rápidos al principio y otros al final. Me apasiona explicarlo a patrocinadores cuando vienen a ver las carreras. Si puedo hacer que el público entienda un poquito mejor las motos, será un éxito.
—¿Cómo espera esta temporada?
—Excitante. Tenemos un novato muy rápido, Pedro Acosta. Aleix va a estar ahí delante con Maverick, esperemos que KTM dé un pasito y que Ducati no sea tan intratable. Y que con Marc y Jorge Martín veamos buenas carreras.
Convivencia salvaje «Tu supervivencia se vale de ganar al compañero; si hay alguien que tiene que salir del equipo, que sea el otro, no tú»
(Mar. 5)
Complementario:
Reintegro: (Mar. 5)
Millón:
(Mar. 5)