ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Feijóo sitúa a Galicia como «modelo» para España en la toma de posesión de Rueda
El presidente de la Xunta se postula como «inquebrantable» aliado por la unidad
Alberto Núñez Feijóo vivió cuatro veces, en sus 13 años al frente del gobierno gallego, un acto como el que ayer protagonizó su sucesor al frente de la Xunta, Alfonso Rueda, que tomó posesión al jurar el cargo en un evento multitudinario y al aire libre, en el compostelano parque de San Domingos de Bonaval. Feijóo, junto al resto de extitulares del gobierno gallego, escoltó a Rueda en una ofrenda floral previa, y después asistió al discurso del mandatario pontevedrés, que se postuló como «aliado inquebrantable» del resto de gobiernos regionales en la defensa de los «principios comunes», y advirtió de que le encontrarán «enfrente» aquellos que «quieren romperlos» –en velada alusión a los secesionismos catalán y vasco–.
Feijóo siguió el acto, tan sencillo como simbólico, en parte homenaje a quienes pilotaron Galicia hasta hoy, con «orgullo». Y después, ante la prensa, situó el «modelo propio» de su tierra como ejemplo «de gobernanza política», «modelo a imitar en el conjunto de España». Porque Galicia, defendió, «está blindada frente a chantajes, minorías que se quieren imponer a las mayorías y la parálisis política» –en referencia al Gobierno–. Ese modelo propio, incidió, se asienta en «un gobierno que gobierna» y «un Parlamento que legisla»; «se basa en la estabilidad política, la unidad de la sociedad y (...) la agenda de la política pragmática y de la política decente y con principios». En definitiva, «un buen modelo» para que «catalanes y vascos», que ahora pasan por las urnas, «reflexionen». En un contexto de «campaña electoral continuada en España», Feijóo reivindica la legitimidad de Galicia para «exportar» ese modus operandi, en lugar de atender a «cuitas internas ni divisiones con sus socios». Gracias a que el 18 de febrero, celebró, el «pueblo gallego» habló con «decisión y determinación», y lo hizo «por la estabilidad y la unidad» al otorgar al PP la quinta mayoría absoluta consecutiva.
Los barones de Castilla y León, Murcia y Aragón, Alfonso Fernández Mañueco, Fernando López Miras y Jorge Azcón, recogieron el guante de Rueda, que llamó al diálogo, el consenso y las alianzas frente a la crispación. También el asturiano Adrián Barbón, socialista. El Gobierno envió como representante al ministro de Transportes, Óscar Puente, quien garantizó «lealtad institucional». Un millar de personas comprobaron in situ cómo el presidente de la Xunta se va despegando de la sombra de su antecesor en fondo y forma.