ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
El Baskonia se acerca al abismo
puntos), que obliga a los vascos a ganar el viernes al vencedor del Efes-Virtus si quiere jugar los playoffs de la Euroliga. Ninguna opción tuvieron los de Ivanovic, sobrepasados en todos los aspectos del juego. Ahora les espera una final para seguir vivos en Europa. El Maccabi, por su parte, pasa de ronda y se las verá con el Panathinaikos en cuartos.
Ritmo fantástico en Belgrado (casa del Maccabi desde el estallido de la guerra) en la primera repesca de la historia de la Euroliga, novedoso formato en el que Brown quiso dejar su firma desde bien pronto. Once puntos del internacional español propulsaron al Maccabi, muy activos los israelíes, contundentes en el rebote ofensivo y dirigidos por su amplia calidad exterior. Buen hacer que el Baskonia replicaba gracias a Marinkovic, aunque la fluidez ofensiva de los vitorianos era escasa, algo espesos los pupilos de Ivanovic.
La ilusión vasca se convertía en agobio, el acierto exterior del Maccabi era amplio y el cubano Rivero dominaba la zona visitante a su antojo. Además, Markus Howard entró al partido tibio, con fallos en el lanzamiento y alguna que otra pérdida, y Moneke, otro de los astros de los vascos, tuvo un mal apoyo con el tobillo cerca del ecuador del segundo cuarto. Con el rival noqueado y confundido, Baldwin no tuvo piedad y, con dos maravillosas canastas, aumentó la diferencia hasta los 20 puntos. Se vaciaba Miller-McIntyre para que el Baskonia retuviese algo de fe, extraordinario su partido (32 puntos), pero el baloncesto es un juego de equipo y sus compañeros parecían anestesiados, cabizbajos ante la tormenta macabea. Brown no paraba de martillear y la superioridad bajo los tableros de los locales hizo el resto. Se lleva una profunda herida el Baskonia de Belgrado, pero debe reponerse en tiempo récord. El viernes deberá ganar para estar en los ‘playoffs’.