ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

«Hemos dormido en reformator­ios y casas de acogida»

Joane Somarriba y Dori Ruano Las pioneras y ganadoras del Tour, el Giro y oros mundiales, rememoran sus tiempos de penurias y el esplendor actual del ciclismo femenino

- JOSÉ CARLOS CARABIAS VALENCIA

Dori Ruano (Villamayor, Salamanca, 55 años) es un torbellino que va de un lado a otro, ejerciendo de anfitriona de la Vuelta a España femenina en la presentaci­ón que tiene lugar en Valencia. A su lado, Joane Somarriba (Guernica, Vizcaya, 51 años) es la estrella invitada del acto. Ruano fue campeona del mundo en pista, muchas veces campeona de España en pista y ruta. Somarriba es la gran fondista del ciclismo femenino español, vencedora de tres Tours de Francia y dos Giros de Italia. La Induráin del cambio de siglo. Dos guerreras, dos pioneras del pelotón femenino que rememoran en una entrevista con ABC sus inicios duros, sus tiempos de penuria y el esplendor actual.

—Una Vuelta a España femenina, ¿lo podían imaginar? —Dori Ruano:

Pues lo que hemos comentado antes, ojalá hubiéramos tenido esto, estamos pensando lo mismo.

— Joane Somarriba: Porque hicimos el Giro, hicimos el Tour y, fíjate, lo que hubiese supuesto para nosotras correr una Vuelta a España, que es un regalo, una satisfacci­ón a todas esas penurias que hemos pasado, todas esas dificultad­es, los obstáculos y poder correr aquí y con qué etapas. A las dos nos hubiese encantado, la crono por equipos, las etapas de montaña. Todo, todo, todo.

— D. R.: Es que estamos, que nos miramos y pensamos lo mismo, la verdad es que me acuerdo mucho de esos momentos tan duros que hemos pasado y siempre le comento, acuérdate de esa dureza que hemos pasado, las penurias.

— J. S.: Nos ha hecho mujeres fuertes, nos ha hecho ser mujeres muy luchadoras y al final conseguir los éxitos que hemos conseguido las dos en un deporte que lo teníamos tan difícil… Porque en nuestra época había muy pocos referentes. Teníamos tantas dificultad­es.

— D. R.: A ver, ni referentes, ni infraestru­cturas, ni medios. Ya te dije el año pasado, en la Vuelta a España, que yo flipaba. Es que con la mitad de la mitad de la mitad en los Tours que ganó Joane, habríamos visto… La gente no sabe los Tours que ganó Joane.

—Habrá mucha gente que se acuerde… D. R.:

— Pero bueno, no, no... Me refiero a cómo los ganó. O sea, 500 kilómetros, comer en la cámper, si había cámper, o en la furgoneta y al día siguiente subir el Tourmalet, subir el Alpe d’Huez.

—¿No ibais a hoteles? D. R.:

— No, bueno. Colegios, hoteles. De 15 días, solo unos pocos en hoteles. — J. S.: Llegábamos a meta, no teníamos tiempo porque había tantos traslados, no había tiempo de masaje, ni de recuperars­e en un deporte extremadam­ente duro porque la recuperaci­ón es más lenta. Pues no había recuperaci­ón. Nos metíamos en el coche y tiradas ahí cuatro o cinco horas, íbamos para el hotel.

— D. R.: Y alguna vez, el hotel estaba cerrado cuando llegábamos. ¿Te acuerdas? Sí. Sí.

— J. S.: Bueno, hoteles y albergues. Y en los albergues, ocho ciclistas en una habitación. Y en los refugios ducharnos con agua fría, ¿verdad? Que seguro que los corredores de épocas anteriores, habrán sufrido todo esto. Pero al final había mucha diferencia entre el Tour masculino y el Tour femenino, era exagerada la diferencia.

—En el Tour masculino de los 90 había sus hoteles con cucarachas o suciedades varias. Pero eran hoteles. —D. R.:

Pues nosotras ni siquiera eso. Hemos dormido en reformator­ios, sí, sí. Que sí, y en casas de acogida.

Era así. Y en la habitación, pues fíjate, ocho metidas. ¿Quién descansa así?

—J. S.: —D. R.:

El Tour te daba una habitación para las ocho, para los auxiliares y las seis corredoras.

Y luego, pues eso. Ni tiempo de masaje ni nada. Si llegábamos a última hora para meternos en la cama…

—J. S.: —Había una época que al ciclista masculino ya se le bajaba en helicópter­o desde los puertos para evitar los atascos… —D. R:

Joane se merece un documental. Seguro, seguro. A ver, yo he ido al Tour y al Giro a entrenar, pero ella iba a competir, a ganar. Y en esas condicione­s..., aquello hay que vivirlo. Hay que sufrirlo.

—Y a Somarriba se le exigía ganar porque era una gran fondista… —J. S.:

Pues así es. Se me exigía ganar. Si tú hacías tercera o cuarta, no se le daba ningún valor, porque no se veía, no estaba visibiliza­do. Yo recuerdo las gestas de corredores que sin ganar, como Marino Lejarreta en el Giro, eran héroes. Y a nosotras, como nadie nos veía, era muy triste, ¿no?

Yo recuerdo, después del primer Tour que ganaste, pensé que los medios irían a cubrir la carrera. Alguien de España, por favor. Es que no fue nadie. Y el tercero creo que ya fue una televisión o fue algún medio.

—D. R.: —¿Euskal Telebista? —J. S.:

pas.

—¿Y qué sentís ahora con los medios que existen, biomecánic­os, nutricioni­stas, médicos, buenos hoteles? ¿Añoranza, envidia, orgullo? —D. R.:

Lo vivimos muy a gusto porque fue nuestra pasión, pero a toro pasado es duro.

A mí me da tanto gusto ver cómo están ahora, que tienen todos los medios, todas las carreras que pueden correr, tienen cuidado, atención. Estuve con el Laboral Kutxa en la Strade Bian

—J. S.:

Sí, dieron resúmenes de las etache. Y había seis corredoras, tres masajistas, tres mecánicos, un bus, o sea, todos los medios.

—¿Cuántos auxiliares llevabais vosotras? —J. S.:

Uno. Y nos daba un día masaje a tres, y al día siguiente, masaje a otras tres. Y un mecánico. Un masajista y un mecánico, no había más.

Y a veces el director del equipo tenía que ponerse a cambiar ruedas porque no daba tiempo. Más de una vez me quedé tirada.

—D. R.: —¿Lograsteis conquistas? —D. R.:

Todo el proceso ha sido lento. Muy lento. Nos retiramos en 2005. Es cierto. Yo protesté en la Federación porque nosotras no teníamos dieta para acudir al Mundial y representa­r a España. Los chicos, sí. Eran mil euros y no la conseguimo­s.

Empezó a haber más visibilida­d en los medios y al final ha sido muy importante a nivel organizati­vo, ahora todos los equipos UCI tienen los sueldos mínimos. Y eso ha sido muy importante para que la mujer se profesiona­lice, porque antes era impensable. No cobras nada, pues tienes que ir a trabajar y lo haces por hobby, pero todo eso ha ayudado mucho.

Ganar el Tour y no cobrar «Fui a reclamar porque no me pagaban y los abogados me dijeron que eran contratos basura, no valían nada» Discrimina­ción «Con la selección en Hamilton sirvieron chuletón solo a los chicos. Protesté porque era una injusticia»

—J. S.: —¿Ganabas el Tour y no cobrabas? —J. S.:

Eran los contratos que firmaba con mis equipos. Pero eran contratos

basura. En Italia, cuando gané el Giro y el Tour, fue el mejor contrato que había firmado pero no valían nada. Yo fui a reclamar porque no me pudieron pagar y me dijeron los abogados que ese contrato no servía para nada, un contrato basura.

Contratos que no servían para nada. Una cosa es lo que te ponían en

—D. R.:

el contrato y otra, si te lo querían dar. No tenían ninguna validez legal. Esto merece un documental. Nadie sabe lo que había ahí. Y yo muchas veces me he dicho, ¿por qué Joane no habla?

Bueno, las cosas han mejorado mucho y nos tenemos que quedar con eso, que nosotras habremos puesto nuestras miguitas para que todo esto

—J. S.:

vayava avanzando. Hombre, y lo hicimos muy gustosamen­te. te Era nuestra pasión.

—¿Cómo asumíais ese papel tan ta lamentable? —JJ. S.:

Era difícil porque era comcomo si nosotras fuéramos de segunda división, lo que nosnosotra­s lográbamos siempre era inferior. Ya lo teníamos interiteri­orizado.

R.: ¿Tú te acuerdas en el MunMundial de Hamilton (2003)? CuanCuando el cocinero le sacó un chulechule­tón a Freire, Valverde, Astarlotar­loa y estos. Pues para nosotrastr­as nno había. Y Joane, campeonana dedel mundo. Me levanté enfadada,dada, le fui a decir a Juan Carlos y él se fue para la cocina y volvió.vió. Y nos dijo que para Joane y para mmí sí había chuletón. Dije no, parapar todas las de la selección. Somos un equipo. Para todas. Eso lo vivimvivim­os en Hamilton con la selección. Fue totalmente discrimina­torio. Me bajé a recepción, cabreada, se lo comenté a la prensa y ni puto caso. Yo era una rebelde, pero eran detalles muy feos.

—D. —También la prensa tenía su machismo a cuestas… —D. R.:

Es que era de sentido común, discrimina­torio. Nos sentíamos inferiores, pero tenemos una personalid­ad fuerte y eso nos ha salvado y nos ha hecho crecer.

—¿Te has sentido recompensa­da con el tiempo, Joanne? —J. S.:

Sí. Yo he sido tan feliz siendo corredora, he disfrutado tanto, tanto, tanto, y esos recuerdos los tengo tan presentes. Los momentos que me ha dado el ciclismo, lo que he vivido con el compañeris­mo. Han sido tan felices que mi recompensa personal ha sido bárbara.

—No has dejado de disfrutar por las dificultad­es… —J. S.:

Eso no me ha quitado ni un minuto de satisfacci­ón, de la lucha. Igual es una satisfacci­ón personal mucho más grande que la de ellos. Después de la lucha, cuando consigues cosas que te cuestan tanto, pues las valoras mucho más. Y este momento también lo estamos disfrutand­o, yo ver a Dori de embajadora de la Vuelta a España, pues es una satisfacci­ón.

—Todo sirvió para algo. —D. R.:

La lucha siempre sirve, claro. El esfuerzo siempre tiene su recompensa, tarde o temprano, siempre. Y entonces, pues ahora lo estamos disfrutand­o, yo, de embajadora de la Vuelta, ella de embajadora del equipo Laboral Kutxa y muy contentas, muy contentas.

—¿Cómo os sentís ahora en el ciclismo? —J. S.:

Yo estoy disfrutand­o como una niña, en las carreras, disfrutand­o en las presentaci­ones como ésta. Las corredoras ahora tienen todo lo que no hemos tenido nosotras. Es una alegría para mí encontrarm­e con Dori o verte a ti de repente al cabo de tantos años y que el paso del tiempo nos haya sentado tan bien. A veces me veo un poco la abuela cebolleta y tampoco quiero. Lo que vivimos lo disfrutamo­s, nos hicieron fuertes.

Por eso hay que contar las co

—D. R.:

sas.

—¿El ‘boom’ del fútbol femenino beneficia a los demás deportes? D. R.:

— El fútbol tiene muchísima repercusió­n, tanto masculino como femenino. Y lo que pasa en el fútbol se refleja en el resto de los deportes.

La lucha que están llevando a cabo beneficia a todas las deportista­s porque al final lo que ellas piden es lo que puede pasar en el resto de federacion­es. A lo mejor pasa algo en el judo o en el ciclismo y no nos enteramos, pero como en fútbol todo tiene tanta repercusió­n. Ser campeonas del mundo tiene mucho alcance.

—J. S.: —Se dice que a Demi Vollering le van a pagar un millón de euros… —D. R.:

Es verdad que si hubiera vivido esta época, hoy sería millonaria. La época pasó, la disfruté y ahora estoy en otra onda.

Me encanta que cobren tanto y la era que están viviendo. Se lo digo a las corredoras, disfrutad todo lo que podáis, sois unas afortunada­s de poder trabajar en lo que os gusta, de que tenéis un equipo que os cuida hasta el último detalle, y que no tienen un contrato de esos guarros que tenía yo en Italia.

—J. S.:

 ?? ??
 ?? ??
 ?? // ABC CXCLING ?? Joane Somarriba (izda.) ganó tres veces el Tour de Francia y dos el Giro de Italia. Dori Ruano (dcha.) fue campeona del mundo en pista
// ABC CXCLING Joane Somarriba (izda.) ganó tres veces el Tour de Francia y dos el Giro de Italia. Dori Ruano (dcha.) fue campeona del mundo en pista
 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain