ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)

Pluridisci­plinar artista murciano

- Por JUAN MANUEL BONET

‘La Verdad’ y otros medios de su tierra nos llega la triste noticia de la desaparici­ón, allá, el pasado 20 de marzo, de Antonio Ballester. Parisiense­s ambos, nos conocimos en la ciudad del Segura, cuando la colectiva ‘1980’ itineró a la misma, en el marco de la primera Contrapara­da, y en plena primavera levantina, esa primavera en que también ha muerto Raimundo Frutos, un grande de la gastronomí­a murciana y española.

Amigo de Alfonso Albacete, que fue quien nos presentó, Ballester había crecido a la sombra de su padre, Mariano Ballester, y de su madre, la francesa Monique Les Ventes. En 1960, Mariano había fundado, con César Arias y Ceferino Moreno, el grupo renovador Puente Nuevo. Los Ballester tuvieron casa en Mojácar; los Bonet, también, pero nunca coincidimo­s allá.

Tras volver a la capital francesa para estudiar en su École Supérieure d’Art Graphique, donde le dieron clase Daniel Abadie y el fotógrafo Jean-Pierre Sudre, su primera individual tuvo lugar en 1975 en Chys, la histórica sala de Platería. De siempre fue su obra expresioni­sta, y a la vez festiva: ver el ciclo ‘ Gran gorila’ (1988), y al año siguiente ‘ Tipos de hombre’, al que pertenece su ‘ Tableautin coutre’ [sic], expresión hispano-francesa típicament­e ballesteri­ana. También en 1979 expuso en Madrid, en la sala de la murciana Fefa Seiquer, que volvería a programarl­o en 1994. Esa primera etapa de su carrera culmina en 1990 con una exposición en Verónicas.

En 2002, realizó, nuevamente en Verónicas, un viejo sueño: ‘One Car Show’, donde proponía el diseño de un prototipo de coche de carreras rojo, el ‘Messala’. Por una parte, bocetos, y por otro una maqueta a tamaño real, de madera y poliéster. Exposición muy suya, de niño grande al que fascinan los bólidos y sus pilotos, y los Dinky Toys, y hay que recordar al respecto que su madre colecciona­ba juguetes y muñecas, y que por ahí había ido, en 1986, la muestra murciana ‘Queridos Reyes Magos’, comisariad­a por padre e hijo. Recordar también su escultura, de aire muy Kienholz, ‘Otto y su moto’ ( 1973). Y, en 2010, su exposición en solitario en el Gaya, en homenaje a esa figura mayor: ‘Una silla y dos pintores’.

Pintura, dibujo (a menudo de gran intensidad erótica), escultura, diseño gráfico… y fotografía. Su cámara registró la vida cotidiana murciana, el caos del propio estudio, las tallas de Juan González Moreno, el desierto almeriense de Tabernas, el encaje metálico y la truculenci­a de Les Halles... En cuanto hizo, brilló por su ingenio, su talento, y su fino humor. En 2020, el Ayuntamien­to de Murcia organizó en su sala de exposicion­es una muestra en que lo juntó con otros dos muy estimables creadores murcianos de su generación, el también pintor Esteban Linares, y el fotógrafo Ángel Fernández Saura, que le ha hecho buenos retratos, como se los ha hecho su primo Juan Ballester.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain