ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Una serie que desmiente a Carson McCullers
En los seis capítulos de ‘Las largas sombras’ que he visto del tirón mantiene el interés por la historia
Unas amigas fueron al colegio con Triana Martínez (condenada como cooperadora por el asesinato de Isabel Carrasco). Contaban que era pesadísima, que se les pegaba en el recreo y se chivaba si fumaban. Una de ellas era repetidora y la pusieron con Triana en clase para que tomara ejemplo y fuera por el buen camino. Me he acordado de Triana por la chica desaparecida en ‘Las largas sombras’ (Disney +). No me gusta menos que ‘Big Little Lies’. Y ya sé que no hay por qué compararlas solo porque las protagonistas sean un grupo de amigas de más de 40 y haya muertes extrañas. Algunas, porque Belén Cuesta está en los 40 e Irene Escolar no llega. Pese a ello, tiene una presencia poderosísima. No sólo porque vaya vestida como Linda
Hamilton en ‘Terminator’ (es policía), sino porque tiene la autoridad actoral de las Gutiérrez Caba. Es fácil decir eso sabiendo que es nieta de Irene. Pero hago el intento de abstraerme del parentesco y creo que tiene un carisma impropio de alguien tan joven.
Pero echa un galgo a las otras (aparte de las buenas dentaduras, cosa que me fascina). A Elena Anaya afeada con gafas, a Belén Cuesta, a Ana Rayo (soy fan desde sus clases de inglés en TVE con Gustavo Salmerón), a la estupenda Marta Etura, a Lorena López o a Iztiar Atienza, forjada en ‘ Vaya semanita’ y una señora actriz (y monumento) de la que no entiendes por qué no está en más sitios. Y gran mención a las chicas que hacen los personajes de jóvenes, también fantásticas (especialmente Rita y Candela, Isa Montalbán y Marina Orta). Y qué ‘flashbacks’. Tanto los reales como los grabados con la cámara de Elena Anaya.
La miniserie dirigida por Clara Roquet está basada en la novela de Elia Barceló, y en los seis capítulos que he visto del tirón mantiene el interés por la historia de esas mujeres que en el viaje de fin de curso en Mallorca hicieron un pacto cuando desapareció una amiga (o conocida). Los restos de la desaparecida, Mati, hermana de Paula (Irene Escolar) son encontrados 25 años después. Y ello coincide con la vuelta de Rita (Elena Anaya), famosa directora de cine, a Elda. Así que hay desfiles de Moros y Cristianos y un entorno atractivo no capitalino (como el Monterrey de ‘Big Little Lies’). Se desmiente eso que escribió Carson McCullers de que tenía que volver a casa de vez en cuando para renovar su sentido del horror. Eso puede parecer al principio con el personaje de Elena Anaya, pero luego ya no. Porque las culpas y los traumas también se curan.
Me quedo sin espacio para escribir de Fiona Harvey, la acosadora real de ‘Mi reno de peluche’ (Netflix), en el programa de Piers Morgan diciendo que la acosada por Richard Gadd fue ella. Si la serie te vuela la cabeza, la realidad te la tritura. Dice que no le mandó 41.000 correos, entre otras falsedades. Y que la amenazan de muerte desde el estreno.
La gente está mal de la cabeza. Por lo menos se aprovecha para la buena ficción.
‘El agua’
España. 2022. Drama, adolescencia. 104 m. Dir.: Elena López Riera. Con Luna Pamiès, Bárbara Lennie, Nieve de Medina.
El primer largometraje de Elena López Riera pertenece de lleno al último cine español y sus constantes: lo rural, lo femenino, lo adolescente y lo capturado con sensibilidad, aunque pone en el campo de juego elementos exclusivamente propios, como la intromisión de ‘lo mágico’ bien combinado con lo costumbrista. Una historia de mujeres, de tres generaciones, madre, hija y abuela, y una atmósfera húmeda y eléctrica con el peso argumental volcado en la mirada al futuro que lanza a su alrededor el personaje más joven, interpretado con mucho ímpetu y personalidad por Luna Pamiès, y en sintonía con Bárbara Lennie y Nieve de Medina.
22.25 La 2