ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
Lai Ching-te asume la Presidencia defendiendo la autonomía de Taiwán
Pide una «coexistencia pacífica» mientras China incrementa las operaciones militares alrededor de la isla
William Lai Ching-te es el nuevo presidente de Taiwán. Todas las cautelas, recogidas hasta ayer en el adjetivo ‘electo’, han quedado disipadas tras la ceremonia de investidura celebrada en la capital de la isla autogobernada. El acto certifica la victoria de Lai en las elecciones de enero, quien desde el estrado ha abogado por defender el ‘statu quo’, es decir: ni más ni menos autonomía para Taiwán ante la amenaza de China.
«La paz y la estabilidad en el Estrecho son cruciales para el mundo», ha proclamado durante su discurso ante la Oficina Presidencial, icónico edificio en el centro de Taipéi. «Esperamos que China pueda tomar medidas concretas hacia la reconciliación con Taiwán, incluida la reanudación de los intercambios bilaterales, como turistas y estudiantes, y trabajar por una coexistencia pacífica».
Lai inicia el tercer mandato consecutivo para el Partido Democrático Progresista (PDP), marca sin precedentes desde que en 1996 la isla acogiera sus primeras elecciones libres. La población de Taiwán afianza así su transitar por la senda soberanista, en oposición frontal con las aspiraciones del régimen chino, que considera al territorio, independiente de facto, una provincia rebelde a la que nunca ha renunciado a someter mediante la fuerza militar. «Todos sabemos que un país tiene soberanía», ha defendido el flamante presidente. «Según la Constitución de la República de China [nombre oficial de Taiwán], la soberanía pertenece al pueblo en su conjunto. Por lo tanto, está claro que la República de China y la República Popular de China no están subordinadas entre sí», aseveración que ha despertado un sonoro aplauso entre los asistentes.
«Un grave peligro»
El régimen, por su parte, viene calificando a Lai de «separatista» y «grave peligro». Su victoria electoral ha dado paso a un incremento de las operaciones aéreas y marítimas de las fuerzas armadas chinas alrededor de la isla. El Ministerio de Defensa taiwanés señaló en su informe diario que en las últimas veinticuatro horas hasta seis aviones chinos han cruzado la línea media del estrecho de Formosa, frontera oficiosa entre el territorio y el continente.
«Quiero instar a China a que deje de intimidar política y militarmente a Taiwán, y a que asuma la responsabilidad de trabajar duro para mantener la paz y la estabilidad en el estrecho y en la región, para garantizar que el mundo no tenga miedo de que estalle la guerra», apuntó Lai. «Conciudadanos, tenemos el ideal de perseguir la paz, pero no debemos hacernos ilusiones. [...] Incluso si aceptamos todos las exigencias y renunciamos a nuestra soberanía, la ambición de China de anexionarse Taiwán no desaparecerá».
Lai intervino en compañía de Hsiao Bi-khim, antes representante diplomática en Estados Unidos y ahora vicepresidenta. El propio Lai desempeñó ese mismo cargo durante los dos mandatos consecutivos de Tsai Ingwen, el máximo constitucional.