ABC (Toledo / Castilla-La Mancha)
‘Había una vez, mi familia’, homenaje al clown y a los payasos de la tele
Esteve Ferrer dirige el espectáculo que recuerda a Gaby, Fofó, Miliki y Fofito
Es más que probable que si una persona en cualquier calle de España grita: «¿Cómo están ustedeeeeeees?», un coro de viandantes le contestara: «¡Bieeeeeeen!»; o que si canta: «¡Hola, Don Pepito!», más de uno respondiera: «¡Hola, Don José!». Y es que han pasado más de cuarenta años desde que los payasos de la tele no se asoman a la pantalla de la televisión, pero su legado –sus canciones, sus expresiones– se ha transmitido a través de las generaciones.
Gaby, Fofó, Miliki y Fofito, todos ellos miembros de la familia Aragón (los tres primeros eran hermanos), una de las más ilustres sagas del circo español, eran aquellos payasos de la tele, que van a resucitar de la mano de sus descendientes en ‘Había una vez, mi familia’, un espectáculo escrito y dirigido por Esteve Ferrer y con dirección musical y producción de Emilio Aragón, que se acaba de estrenar en el Nuevo Teatro Alcalá, en Madrid, y sus protagonistas son también cuatro miembros de la familia: Mónica (hija de Fofito), Rodrigo, Gonzalo y Alonso (hijos de Gaby).
«Es un homenaje que les debemos –dice Esteve Ferrer–, su legado ha traspasado generaciones. Los payasos de la tele son historia de este país. Es también un homenaje a mi generación [los nacidos en los años sesenta y setenta del pasado siglo], pero los más pequeños van a descubrir quiénes eran».
‘Había una vez, mi familia’ cuenta la historia de Eva, una abuela que va a celebrar su cumpleaños con sus nietos, pero un temporal impide que estos acudan y la fiesta se suspende. Eva, entonces, se lleva todas las cosas al desván y se encuentra allí con una caja con todos los recuerdos de su infancia; entre ellos un pequeño televisor que, al encenderse, muestra el programa de los payasos de la tele. Así empieza el espectáculo, que Esteve Ferrer ha convertido también en un homenaje al mundo del clown. El director define ‘Había una vez, mi familia’ como «una mezcla de humor, nostalgia, romanticismo, belleza, amor y agradecimiento. Queremos enseñar al público el poder de la imaginación». «Hay niños que no conocen las sombras chinescas, las marionetas, los clowns –completa Rodrigo Aragón–; cuando hay imaginación el cielo es el límite». No es un espectáculo infantil, remarca Esteve Ferrer. «Queremos reunir a diferentes generaciones».
La música juega una parte fundamental en el espectáculo , y de ella se ha encargado Emilio Aragón. «No es un musical –aclara el director–, aunque hay una parte del espectáculo en la que se invita al público a cantar. La música es original, con guiños y arreglos de las canciones que todos conocemos, pero está pensada según las necesidades dramáticas: aromas cubanos en la escena del Tropicana, sonidos propios de Broadway cuando viajamos a Estados Unidos...».