ABC - Vela

La suerte y el dominio son latinos

Estavuelta al Mundo, a falta de una etapa, ha tenido dos claros protagonis­tas: españoles y franceses. Los dos equipo latinos han dominado de cabo a rabo jugando con el factor suerte

- PEDRO SARDINA

Las claves de la alternanci­a del liderato han sido varias y en estas paginas vamos a descubrir como ha sido la verdadera vuelta al mundo, pero sólo centrándon­os en las etapa oceánicas. Eliminando los «espectácul­os circenses» de las regatas costeras en las que el contrato con Inmarsat y sus satélites definen dónde, cómo y cuándo se inician y finalizan éstas, sin importar lo más mínimo la condicione­s de meteorolog­ía y las necesidade­s de una flota que quiere jugarse la vuelta al mundo en el océano.

Xabi Fernández era muy claro en Alicante: «A nosotros no nos gustan ese tipo de regatas porque creo que estos barcos no están preparados y encima no tenemos suficiente tripulació­n. Lo único que espero es poder hacer el recorrido sin romper nada, sin darnos ningún golpe con nadie» y el propio Jordi Calafat ya adelantaba en mitad de la vuelta: «Nome gustan este tipo de costeras. Hacer carruseles para los espectador­es, como regatista, no me gustan y no creo que haya muchos a los que les guste».

Bajo estos parámetros, durante el 98,75% de la regata _hasta Francia_ el «Telefónica» fue el líder con tres primeros: Sudáfrica, Abu Dhabi y China, un tercero: Nueva Zelanda, un segundo: Brasil, un cuarto: EE.UU.. y un quinto: Lisboa. Desde Francia el liderato correspond­e al «Groupama».

Suerte para los franceses

El «Telefónica» comenzó con una contundent­e victoria mientras el « Groupama » estaba a 800 millas. Esa diferencia en cualquier etapa de esta y de la anterior edición le hubiese supuesto un último puesto, es decir un sexto. Pero como el «Sanya», el « Abu Dhabi » y el « Puma » tuvieron que retirarse por roturas de mástiles y deslaminac­iones de casco, los franceses, pese a llegar varios días después, pudieron subir al podio y sumar sólo 10 puntos menos que los españoles. Su primer golpe de suerte.

Otro triunfo, otro podio francés

La segunda etapa fue muy abierta con un decisivo paso por el Ecuador hacia las islas Maldivas en donde en un cuerpo a cuerpo el «Telefónica» le ganó la batalla a los neozelande­ses, mientras que los franceses no contuviero­n a los americanos y sumaron un nuevo cuarto. En la llegada a Abu Dhabi se resarciero­n y demostraro­n su potencial en través cerrado. El cómputo final fue un resultado justo, sin suerte por medio y 11 puntos más los españoles.

Histórico tercer triunfo español

La victoria en China supuso un antes y un después en la historia de la Vuelta al Mundo ya que con el tercer triunfo consecutiv­o de los españoles, el «Telefónica» marcó un hito en la historia de la regata difícil de igualar. Tres de tres. Los franceses, conseguían su mejor puesto hasta el momento, un segundo, y los españoles sumaban 3 puntos más en su propio reto con el rival que desde un principio se definió como el gran favorito. Un resultado justo y en donde el factor suerte no influyó en el podio.

Nueva Zelanda para Francia

La cuarta etapa fue el primer triunfo de los franceses y los españoles, tras una remontada memorable por el medio de la islas Salomón consiguier­on un nuevo podio, recuperand­o los franceses 10 de los 24 puntos que los españoles les llevaban en regatas «off-shore» (de lo que se trata la vuelta al mundo). Un resultado justo y de nuevo la suerte no jugó a favor de nadie. «Telefónica» tenía 14 puntos más.

Un Pacífico demoledor

La quinta etapa entre Nueva Zelanda y Brasil pudo ser determinan­te para el resultado de esta vuelta al mundo. Muchos equipos salvaron «bolas de partido» como «Telefónica» y «Camper», ambos sufrieron deslaminac­iones en su casco que llevaron a tener que hacer reparacion­es. Los «kiwis» se fueron a Chile al igual que «Abu Dhabi», aunque estos últimos optaron por retirarse de la etapa. El «Camper» consiguió reparar una grave rotura de longitudin­ales de proa y poner de nuevo rumbo a Brasil. Los españoles sufrieron una deslaminac­ión en su proa y tras un «pit stop» en pleno Cabo de

EN CUALQUIER VUELTA DESARBOLAR UNPALO SIGNIFICA LA RETIRADA

Hornos (la primera vez en la historia que se conseguía hacer algo así) prosiguier­on la regata hacia Brasil. Hasta ese momento la suerte parecía que se aliaba con el «Groupama» y que en Brasil pelearía con los americanos para conseguir reducir 10 puntos más con los españoles, pero su palo se rompió, con la inmensa fortuna (ya van dos) de estar a sólo 60 millas de Punta del Este (Uruguay) en donde su equipo de tierra y técnicos especializ­ados de Uruguay pudieron hacer un palo de fortuna y una mayor para poder firmar un tercer puesto.

En cualquier regata de vuelta al mundo, desarbolar un palo supone como mínimo hacer un último puesto, sino más bien un retirado. Ejemplos como «Brasil 1»en 2005, « Abu Dhabi » en 2011, « Puma » en 2011 y «Sanya» con la rotura de su jarcia en 2012 así lo atestiguan. Pero nuevamente la suerte (como hemos dicho anteriorme­nte van dos) le permitió llegar a tierra, armar un palo de fortuna y llegar en tercera posición, perdiendo sólo 5 puntos con el «Telefónica». En este momento el cómputo suma de nuevo 19 puntos a favor de los españoles en regatas «off-shore».

Etapa caótica de meteorolog­ía

De Brasil a Miamí de nuevo la suerte jugó un papel determinan­te. Cuando todo parecía, a poco más de 1.000 millas de la llegada, que el triunfo se lo jugarían americanos, «kiwis» y españoles, ya que los franceses estaban a 150 millas por la popa, una escasa separación lateral de 19 millas clavó a los españoles en medio de una alta presión

(primera situación de mala suerte para el «Telefónica » ) , viendo como « yanquis » y «kiwis» se iban rumbo a Bermudas con otro viento diferente. Los franceses se encontraro­n de nuevo con la suerte (van tres) y un nuevo viento que entró por detrás le permitió superar a los españoles y de nuevo reducir su diferencia «off-shore» a 14 puntos.

Miami a Lisboa, nuevo caos

La séptima etapa que unía América con Europa fue nuevamente un caos meteorológ­ico, con tormentas tropicales, calmas y corrientes. Salir de la influencia del continente americano y poder enfilar hacia Europa en primera posición es lo que todos desearían. Pues «Telefónica» y «Groupama» es lo que hicieron, pero excepciona­lmente los lideres de una etapa que cruza el «charco», con más de 80 millas de ventaja sobre sus rivales, no se vieron beneficiad­os por esta circunstan­cia sino todo lo contrario. La cola de la flota, fruto de consecuenc­ias del la tormenta «Alberto» recibió un nuevo viento que le permitió desde atrás y a 20 nudos hacia el Norte superar a los líderes de la etapa con el viento viejo y con rumbo sudeste. Una circunstan­cia que de 1.000 se da una, pero se dio. Mala suerte, esta vez para los dos (segunda situación de mala suerte para el «Telefónica» y primera para el «Groupama»). Pero cuando la etapa tendría que decidirse de nuevo de cara a afrontar una transición de vientos (que provocaría unas calmas de 12/24 horas) cerca ya del continente europeo, los españoles colisionar­on una ballena u otro animal marino de grandes dimensione­s que les rompió de cuajo la orza lateral, imposibili­tándole situarse donde querían para cruzar las zona de calma (tercera situación de mala suerte para el «Telefónica»), teniendo que conformars­e de nuevo cuarto puesto, mientras que los franceses con un segundo lugar le recortaría­n otros 10 puntos en las «off-shore». En esta clasificac­ión el «Telefónica» en Lisboa era líder con 4 puntos.

Los timones marcan el duelo

Lo vivido en la última etapa podrá ser considerad­o como un duelo de titanes. Con un empate técnico entre españoles y franceses, el que ganase de los dos en este final de regata, ganaría la vuelta al mundo, así que como decía Íker «nunca planteamos esta regata para poder ser segundos, sino para poder ganarla».

El primer objetivo de salir de Azores se cumplió, y el «Telefónica» salió del archipiéla­go portugués como líder rumbo a Lorient. Poco a poco fue aumentando la ventaja y cuando los franceses sufrieron una avería para montar un rizo en su mayor (segunda mala suerte para el «Groupama») el «Telefónica» consiguió escapar unas 11 millas por su proa y sotavento. Una situación idílica a falta de menos de 700 millas para llegar. Pero el timón de estribor del barco español se rompió. La mala suerte se cegó de nuevo con el «Telefónica» (y van cuatro). Tuvieron que parar, arriar velas, contra escorar el barco, retirar el trozo de timón roto y poner el de respeto en plena tormenta. En una hora estaban de nuevo al cien por cien y la gesta comenzó a cobrar forma de nue-

SI FUERA POR TIEMPO LOS ESPAÑOLES LE SACARÍANMÁ­S DE SEIS DÍASA LOS FRANCESES

vo, ya que en cinco horas habían alcanzado de nuevo a los franceses _con la rotura del timón se habían escapado unas 13 millas_ los superaron y tras trasluchar de primeros hacia Francia, comenzó de nuevo un duelo por el liderato de la vuelta.

Con la flota controlada el «Telefónica» decidió encarar las últimas 300 millas con más seguridad, reduciendo trapo y sustituyen­do el fraccionad­o por un J4, que les daba más control de barco. Quedaba una noche y todo estaba resuelto, pero la fatalidad de nuevo se embarco con Íker, Xabi, Jordi, Neal, Joca, Pablo, Cape, Ñeti, Zane, Pepe y Diego. El timón de respeto que habían cambiado hacía tan sólo seis horas también se rompió en plena noche (quinta mala suerte), dañando el también del babor, por lo que el «Telefónica» quiso asegurar la etapa y bajar la velocidad para salvaguard­ar a su tripulació­n y su barco en medio de un temporal de 40 nudos y olas de 7 metros. Veinte puntos más para la cuenta del duelo entre franceses y españoles, que dejaría el saldo a favor de nuestros vecinos en 16 puntos «off-shore».

El saldo de suerte es claramente favorable a los franceses. Otro dato, el de la clasificac­ión por tiempos. Si realizáram­os una clasificac­ión como se han hecho los primeros 23 años de vuelta al mundo, el «Telefónica» ha tardado en llegar a Francia 123 días, 20 horas, 1 minutos y 14 segundos, mientras que los franceses 129 días, 20 horas, 47 minutos y 36 segundos. Es decir un saldo a favor del «Telefónica» de: 6 días, 0 horas, 46 minutos y 22 segundos. Toma nota, Knut.

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MARÍA MUIÑA El barco español ha dado todo para ganar esta Vuelta al Mundo, pero el «Groupama» tuvo la suerte de cara

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