ABC - Vela

«YE QUE CREÍ QUE Y PENSÉ QUE», DISCULPA DE VAGOS

- JOSE LUIS SUEVOS BARRERO Armador asturiano

Como decía mi profesor de matemática­s del colegio Corazón de María: «Señor Suevos, ye que creí que..., es una disculpa de vagos». Decir a estas alturas, «ya lo sabía yo» es una frase muy manida, pero también muy actual. ¿Por qué digo esto? Hace meses le escribí al señor Cardenal, Secretario de Estado para el Deporte, una carta abierta que publicamos en ABC de la vela pidiéndole informació­n de los méritos del presidente del COE, señor Alejandro Blanco. Entre otras peticiones estaba la de cuál era su sueldo y sus gastos de representa­ción. Como siempre pasa en esto de la política obtuve la callada por respuesta.

Pero como nosotros tenemos la obligación de dar respuestas a las preguntas de nuestros lectores, vamos a cambiar el sentido y las respuestas y algunas de estas preguntas se las vamos a dar nosotros.

Méritos del señor Blanco: Sólo uno y no es otro que el señor Blanco sabe muy bien como conseguir el voto de las federacion­es olímpicas nacionales. Una técnica tan vieja, pero a la vez desconocid­a por muchos, que versa en prometer sabe Dios qué, a cambio del voto. Esta técnica es la utilizada por los candidatos a la Federación Española de Vela y siempre triunfa.

Demeritos: No fue deportista olímpico y para desempeñar este importante puesto es fundamenta­l, porque se conocen muy bien los entresijos del mundo olímpico y se hablan de tú a tú entre todos los comités olímpicos nacionales. Fue bastante mediocre en otros cargos y le gusta mucho presumir y gastar lo que no tiene (se pasea en un BMW X6 y un Mercedes, que aunque sólo tenga que llenar el depósito es una barbaridad lo que tenemos que pagar todos).

UNA VEZ MÁS PEDIMOS QUELOS PRESIDENTE­S DE LA FEDERACION­ES Y DEL COI NO DEBERÍAN COBRAR

En el tema de la ropa olímpica firmó más allá de lo que su mandato le permitía. En cualquier empresa privada esto sería motivo de despido.

A lo que vamos con esto, es que el nuevo presidente del COI no tiene ningún sueldo y está dedicado en cuerpo y alma al olimpismo. A ver cuando copiamos lo bueno de los demás y no hacemos caso a lo malo. El que quiera ser presidente de una federación deportiva, que lo sea pero sin sueldo y los gastos que tenga, que sean bien revisables. El que quiera fardar que se lo pague de su bolsillo. El dinero de los españoles destinado al deporte debe de ser para los deportista­s que luchan todos los días por el nombre de España.

Señor Cardenal ya es hora de que se vayan tomando medidas y si no se atreve a hacerlo, deje paso a otro que ponga en orden al deporte español. Yo, como español, se lo pido.

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