HOMBRE RICO, HOMBRE POBRE

ES MUY TRISTE TENER QUE RECURRIR A SPONSORS FRANCESES

Todos sabemos las dificultades que tiene conseguir un patrocinador para un proyecto en este bendito deporte. Las continuas «carcajadas» que nos hemos pegado en la cara de nuestros mecenas nos han llevado al ostracismo en cuanto a patrocinios serios se refiere.

Solo una persona en España es capaz de conseguir, una y otra vez, grandes patrocinios para sus proyectos. Es un vendedor nato y, como tal, desde aquí le aplaudimos, pero resulta que está secando la gallina de los huevos de oro porque los resultados no son los que a priori vende.

Como abarca a las grandes empresas, estas se «escaquean» lo antes que pueden del patrocinio de la vela y se marchan a otros deportes que le dan muchos más réditos y triunfos. Esta situación la pagan los «hombres pobres» de la vela, que son todos aquellos que no pretenden hacer negocio con los patrocinios y que los utilizan, cuando los tienen, para sacar adelante el proyecto y devolverle con creces al patrocinador su inversión.

Alex Pella, navegante solitario español, está pasando por un momento dulce en su carrera como regatista con muchas ganas de lograr hitos para España. Es un regatista catalán, que ha mamado la vela desde que era pequeño y jamás la ha utilizado para lucrarse. Su Proyecto «Cinco Océanos» lo tiene desglosado en tres partes: Ruta de Ron, Barcelona World Race y Vendée Globe.

Para la Ruta del Ron, que sale el próximo domingo, no ha habido manera de que alguna empresa o multinacional le pusiera 40.000 euros encima de la mesa para poner el barco a punto y comprar unas velas. Los ha tenido que poner él de su bolsillo y hacer trabajar a «su» equipo por la gracia de Dios. Puede que gane o no, pero haga lo que haga habrá que reconocerle el mérito.

Es increíble que un navegante español vaya a tener que abandonar la Marca España y recurrir a los patrocinadores franceses para poder participar en la vuelta al mundo a vela y en solitario, el verdadero Everest de este deporte, mientras otros patrocinadores ponen su dinero a regañadientes y quizás amedrentados por instancias superiores en proyectos que no llevan la Marca España a ningún lado.

Señores, todos «I need Spain», o lo que es lo mismo «I Love Spain» mientras nuestras empresas repartan un poco el bacalao. ¡Todos no somos iguales!