LA HORA DE CRUZAR EL CHARCO
DOS ALTERNATIVAS: LOS ALISIOS O LAS DEPRESIONES DEL NORTE PARA NEGOCIAR LA RUTA DEL RON
Llegado a este punto del año, el otoño, es el momento ideal para la puesta en marcha de las regatas que cruzan el Atlántico. Dependiendo del año en cuestión se celebran unas u otras. Si el año pasado fue la Mini 6.50 y la Transat Jacques Vabre, este año es el turno de la Route du Rhum y dos vueltas al mundo, la Volvo Ocean Race y la Barcelona World Race, aunque esta última no será con salida otoñal sino invernal. Y el año que viene la madre de todas las circunnavegaciones, la mítica Vendée Globle. Y luego no tenemos que olvidar tradicional salida desde Las Palmas, la ARC, que es más una travesía familiar que una regata, pero que evidentemente tiene su mérito y su punto de aventura.
Pero la que tenemos a las puertas es la Route du Rhum, travesía en solitario que parte de la localidad francesa de Saint-Malo y que tiene como final Point-à-Pitre, en el archipiélago americano de Guadalupe. Serán 91 barcos en línea de salida, la mayoría en este tipo de regatas franceses que parten de la parte atlántica y en la que hay multitud de localidades con gran tradición y que lo viven con una intensidad máxima, como son la propia Saint-Malo, Brest, Lorient, La Rochelle o Les Sables d’Olonne.
Y todas estas regatas, casi todas ellas en solitario o a dos, han contado con los más grandes regatistas transoceánicos, sobre todo franceses y británicos. Pero en España también hay una escuela y empieza ha haber una tradición con regatistas que apuestan por este tipo de regatas.
Precisamente dentro de apenas tres días habrá uno, el único español en línea de salida de la Route du Rhum, el catalán Alex Pella, que con lo hará con sus propios recursos y jugándose su patrimonio, tan solo cuenta con la ayuda de Gonzalo Botin, que no es poca ya que le cede el barco, y de Marina Dénia, puerto que siempre ha apostado y apoyado dentro de sus posibilidades a Alex, que desde hace varios años reside en esta localidad de la Marina Alta.
Es la hora de cruzar el Atlántico por el norte del Golfo de Vizcaya y Finisterre, para buscar directamente Azores, donde tendrán que saber negociar bien el anticiclón, y elegir si pasarlas por el norte del archipiélago, donde hay más probabilidad de encontrarse con depresiones y fuertes vientos o por el sur pasando por Madeira e intentando aprovechar los vientos alisios.
Será una regata interesante, y siempre que hay un regatista español da más vidilla. Esperemos que no se quede sólo hay y la vela oceánica española siga creciendo, como lo está haciendo hasta ahora, con nombre nuevos, aunque Alex sigue siendo a día de hoy una de las grandes referencias de vela oceánica en solitario.