«Altair», primero en Martinica
Con «Altair», «Argyll» y Gweneven» copando el podio se puso fin a una más que emocionante Panerai Transat Classique que llevó a la flota a cruzar el Atlántico desde Lanzarote a Martinica
Esta edición de la regata transoceánica pasará a la historia como una de las más brillantes gracias a la gran calidad de la flota, la feroz competencia y los fuertes vínculos forjados entre las tripulaciones.
Con la victoria de «Altair» en la Panerai Transat Classique 2015, un verdadero icono del mundo de la vela clásica ha añadido su nombre al trofeo del Atlantic Yacht Club. Esta espléndida goleta de 1931 es para los amantes de la vela de todo el mundo un paradigma de elegancia por sus líneas sublimes, la minuciosidad y precisión aplicadas en su restauración y sus magníficas actuaciones en las regatas más prestigiosas del circuito del Mediterráneo. Con su destacada victoria en tiempo real y compensado, en un recorrido desde Lanzarote a Fort-deFrance, el «Altair» ha entrado en la categoría de las leyendas.
El segundo escalón del podio lo ocupó el «Argyll», construido en 1948 y diseñado por el célebre arquitecto estadounidense Olin Stephens, un nombre que despierta la admiración de todos los navegantes que se precien. Reunidos para la aventura por Sabine Masquelier bajo el mando del patrón Emmanuel Fontaine, conocido por su es-
A DESTACAR EL ALTO NIVEL DE LA REGATA CON DISTANCIAS
MÍNIMAS
pectacular éxito en las series del Panerai Classic Yachts Challenge, los miembros de la tripulación demostraron una enorme determinación y grandes aptitudes de navegación a lo largo de toda la regata.
El «Gweneven», construido en 1975, completó el trío ganador. No solo es el velero más pequeño de la regata, sino que también fue diseñado por el genial Olin Stephens. Su actuación fue impresionante teniendo en cuenta las difíciles condiciones imperantes en los dos primeros tercios de la regata. Un podio con tres embarcaciones de diferentes épocas, dimensiones ( 134’, 57’ y 38’) y aparejos (goleta, yola y balandro) es un final perfecto para la Panerai Transat Classique 2015, un excepcional evento que es incluyente, equilibrado y ofrece una oportunidad a todos los contendientes.
Nuevos récords
Esta edición de la Panerai Transat Classique destaca por varias razones. En primer lugar, el ritmo de los veleros fue extraordinario y todos batieron nuevos récords propios en términos de distancia recorrida en 24 horas y velocidades máximas. Encabezando la lista de los más rápidos de la flota se encuentra el «Argyll» con un espectacular pico de 18,8 nudos, mientras que el «Vagabundo II» con 18,2 nudos registrados a bordo se merece también todo nuestro respeto. Lo cierto es que son unas velocidades impresionantes para embarcaciones clásicas.
Estas actuaciones son aún más destacables si se tienen en cuenta las estupendas condiciones físicas de las embarcaciones y los regatistas a la llegada en Fort-de-France. De hecho, no se notificaron daños graves en las embarcaciones ni lesiones entre las tripulaciones. Se trata de una de las lecciones más importantes de las dos semanas de singladura, porque todos los participantes en la regata mostraron su compromiso de navegar con rapidez, pero con seguridad.
El alto nivel de competitividad también es un punto destacable de la Panerai Transat Classique 2015. Las distancias entre las embarcaciones, a pesar de dar la impresión de flota dispersa, siempre fueron mínimas. El hecho de que seis embarcaciones llegaran en un intervalo de 12 horas el 23 de enero es una prueba de la intensidad de la batalla en el océano, en gran medida propiciada por la presencia de una serie de regatistas de renombre. Entre ellos, sin seguir ningún orden concreto, se encontraban Bruno Jourdren en «Corto», varias veces campeón en los Sonar World Championships y medallista en los Juegos Paralímpicos de Pe- kín; Thierry Duprey du Vorsent a bordo del «Amazon», ex miembro de la tripulación de Loïc Peyron en el Trophée Jules Verne en 2011–2012 a bordo del Maxi «Banque Populaire V»; y Gildas Mahé en «Gweneven», un veterano del Figaro y la Transat AG2R con los maestros d la vela oceánica Jean Le Cam y Bernard Stamm.
Elegancia e historia
La asociación del Atlantic Yacht Club con Officine Panerai dio comienzo en 2012 y es una prolongación natural del compromiso del fabricante florentino de relojes de lujo con la vela clásica. Officine Panerai es ya el líder indiscutible en este terreno gracias a su patrocinio del Panerai Classic Yachts Challenge, el más importante circuito internacional de vela clásica.
«Elegancia, historia, maestría artesanal, exclusividad. La atracción que ejerce la vela clásica es el producto de los nobles y antiguos valores que comparte con la manufactura de relojes deportivos de lujo. La Panerai Transat Classique 2015 es un acontecimiento que no solo expresa esos mismos valores sino que, además, entraña una gran pasión por el mar, un gran sentido del desafío y la audacia de enfrentarse al océano», declaró el CEO de Officine Panerai, Angelo Bonati.