TALENTO PURO
«TALES II» CONSIGUIÓ OTRO TRIUNFO PURO Y DURO ESPAÑOL SIN NINGUNA AYUDA ECONÓMICA
Talento y para dar y regalar. No me refiero a una persona inteligente y sabia, sino a un colectivo y a un barco, que por donde navegan no dejan de sorprendernos y por supuesto de conseguir victorias. Me refiero al Class 40 «Tales II», salido de los lápices de Marcelino Botín, armado por su hermano Gonzalo y construido en España en los astilleros Longitud 0 de Ximo López, que se acaba de imponer en la Fastnet en su clase.
El «Tales» se ha dejado de cuentos ingleses y en la mítica y gran regata Fastnet Race se ha anotado una importante y brillante victoria por delante de los 23 competidores de su clase. Si bien hace dos años el «Tales» solo pudo ser segundo, para esta ocasión y para conseguir el objetivo se ha rodeado de los mejores, empezando por el barco y continuando con la tripulación. El «Tales II» que ha parido Marcelino Botín se presenta como un barco tan bueno y tan polivalente que de seguir así pronto alcanzará la categoría de mítico. Hay que recordar que no hace muchos meses permitió que Alex Pella se convirtiera en el primer navegante español oceánico que alcanzara una victoria absoluta en solitario, como lo fue, la de la Ruta del Ron.
Para esta edición de la Fastnet, Gonzalo convoco a una tripulación en la que figuraban «Pichu» Torcida, Toño Píris, Nacho Postigo, mi querido y admirado Carlos Ruigomez, alias «Puro» y Pablo Santurde. Tras una regata de menos a más y tras virar la mítica roca en tercera posición, consiguió imponerse en la meta de Plymouth a sus más directos rivales, dos barcos británicos y uno francés. También hay que recordar que este mismo año, de vuelta de la Isla de Guadalupe al finalizar Alex su regata oceánica, Gonzalo y sus chicos se dieron un garbeo por algunas de las regatas que se celebran entre islas y se apuntaron una victoria en la prestigiosa Caribbean 600.
Otro triunfo español fuera de ayudas y normativas federativas y otro triunfo más de una cantera de grandísimos regatistas como son los cántabros, que sin ayudas y algunas veces casi sin medios no paran de apuntarse un triunfo detrás de otro. ¡Que envidia y que gustazo!
Decía Pichu tras finalizar la Fastnet: «ahora solo me queda ganar la Copa del Rey en la clase “tortilla”». Sería bueno que aparecieran por esa clase todas estas grandísimas personas y mejores regatistas. Que «Pichu» se una a Chuny, que ya gano un año con una barco portugués, a Fernando León, que con «Maserati» lleva los dos últimos años reenganchado, y también otros, se me ocurre Guillermo Altadill y alguno más sería un gran espectáculo y atractivo para la Copa, eso si, el corte de los grupos habría que cambiarlo porque el que existe ya no vale, porque da demasiada ventaja.
A mi entrañable y gran amigo Álvaro Basa, con el único deseo de verte de nuevo navegando por nuestra Bahía.