ABC - Vela

Carlos Hernández «La vela aventura en España está muy jodida»

Es Carlos Hernández, canario nacido en Lanzarote hace 31 años, y que en la actualidad, vive con Sara en Lanzarote

- NICOLÁS TERRY

Apesar de que practica la vela desde los 11 años, pertenece por derecho propio a esa generación de oro, que alrededor de Rayco Tabares fueron creciendo y creando una saga de regatistas y navegantes sin parangón en la historia de la vela Española. Carlos es uno de los grandes desconocid­os de la vela pesada española, pero como casi todos los grandes, tuvo que emigrar a proyectos fuera de nuestras fronteras.

—¿Como conoció a Soldini?

—Fue en 2012 a iniciativa de David Vera, que había navegado con Soldini en el primer intento de récord. En el Vo 70 que habían especialme­nte modificado para batir récords. El intento resulto un éxito ya que estableció un nuevo récord de la Ruta del Descubrimi­ento entre Cádiz y San Salvador de Ba- hamas.

Después David se bajo y le habló a Soldini de mí. Me hicieron una prueba y me vi en el barco partiendo nada más y nada menos que para hacer el récord de la Ruta del Oro entre Nueva York y San Francisco, doblando Cabo de Hornos. Y allí me quedé con el paréntesis de la Volvo Ocean Race 2014 que navegue a bordo del «Mapfre». Una vez terminada me incorpore de nuevo al «Maserati», e hicimos la Sídney Hobart.

—¿Que le ha enseñado Soldini?

—Aser un tripulante polivalent­e. Esta es una de las máximas que te exige Giovani. Tienes que aprender a desempeñar todas las funciones, desde llevar el barco, a trimarlo pasando por el mantenimie­nto, cuidado de velas, etc. Que todo un navegante mítico como Soldini te permita y exija esto dice mucho de su grandeza, ya que esto mismo es muy difícil poderlo hacer en otros barcos.

—¿Los Volvo que le enseñaron?

—Con el Volvo de «Telefónica», aprendí a navegar en un barco nuevo y completame­nte distinto para mí, ya que contaba con avances técnicos muy importante­s, como las orzas de deriva y sobre todo que eran barcos extremadam­ente rápidos y había que estar en continua alerta, ya que en un «plis plas» alcanzaban puntas de 30 nudos.

— ¿Cuál es su opinión sobre que la próxima VOR se navegue en los IMOCA?

—La Volvo debería tener su propio modelo de barco desde hace algún tiempo, que fuese moderno de diseño y atractivo por prestacion­es y diseñado bajo la fórmula de las box-rule. A un IMOCA no lo veo en la Volvo navegando con tripulació­n, ya que este modelo no sería válido para la «madre de todas las regatas», la Vendée Globe y aquí bien el primer problema. El segundo, para mi es, que para ser justos habría que abrir la clasificac­ión a dos tipos de IMOCA, los que lleven foils y los que no lo lleven, ya que tratar de competir por un ganador único no es justo, puesto que las diferencia­s de prestacion­es son muy favorables a los diseños que incluyen foils en su configurac­ión.

— ¿Le apetecería competir con ellos en una edición de la Volvo?

—A mí lo único que me interesa es competir en la Volvo. Es mi regata favorita, lo de con qué modelo de barco de momento me es indiferent­e, aunque sí quiero que sea de diseño moderno y rápido. Lo que si me gustaría y estaría dispuesto a implicarme con la organizaci­ón es que fuera un regata con formato de recorridos tipo Withbread, menos etapas y más horas y días de navegación, también eliminando en todo lo posible los controles de paso y las zonas de exclusión de hielos. Hay que ir al modelo que unía Inglaterra como punto de partida con Sudáfrica, para desde allí y cruzando todo el gran sur arribar a un puerto australian­o o neozelandé­s. Desde allí y con el cabo de Hornos como paso obligatori­o arrumbar a Brasil o Uruguay y después a la línea de meta establecid­a en Inglaterra u otro país cercano.

—En el supuesto que finalmente el barco elegido sea un IMOCA. ¿Cree que en Espa-

ña habría sitio para más proyectos, o solo ves a Pedro Campos con capacidad de montar uno? —Hoy por hoy lo veo difícil, ya que el coste sería similar a un Volvo, no por el tamaño del barco en si sino por lo que acarrea un proyecto de vuelta al mundo, aunque hay que esperar para ver qué modelo de barco es finalmente elegido, ya que la eslora, el número de tripulante­s, las velas y demás son muy importante a la hora de diseñar los presupuest­os. En cuanto a Pedro Campos solo ha sido el único que ha conseguido participar con dos grandes compañías como han sido Telefónica y Mapfre.

—¿Su gran experienci­a en multicasco­s le da un role de regatista aventajado a la hora de su posible incorporac­ión a una tripulació­n para un proyecto oceánico?

—No, para nada todo el mundo que navegue en regatas oceánicas tiene una gran experienci­a acumulada y los armadores y directores de proyecto, según sea el caso, quieren a gente experta en su barco sea este un mono o multicasco.

—¿Por qué no navegó en la Ruta del Te?

— Ufffff (sonríe), es una respuesta que me podría traer problemas, y prefiero no entrar a fondo. Digamos que me quede esperando una llamada para sustituir a un tripulante que se había lesionado.

—Dígame una cosa, Carlos, ¿en Canarias os reconoce el público y a los medios de comunicaci­ón les interesa lo que hacéis?

—Para el gran público y para casi todos los medios somos unos perfectos desconocid­os. Los periódicos locales se interesan más por un partido de fútbol de la regional canaria que por uno de nuestros récords. Que yo sepa a mi ningún medio de Canarias me ha he- cho jamás una entrevista. Pero lo triste del caso es que Rayco Tabares con 5 títulos mundiales en J80 está casi igual que nosotros. —¿Cuántos récord acumula con Oliver a bordo del Maserati? — Con el último de la Ruta de Te, 5. —Pero al menos la Federación tanto Española como Canaria y alguna institució­n y club os habrán nominado para algún reconocimi­ento, con tan importante palmares. —A mi absolutame­nte nadie me ha reconocido mis éxitos deportivos. Es más ni tan siquiera el club náutico de Arrecife, que es el club de toda mi vida y bajo su grímpola por el que navego.

—¿Cuál es su diagnóstic­o de la vela aventura española?

—Esta jodida, muy jodida, vamos que salvo contadas ocasiones no existe. El exilio en Francia de Alex Pella, el único regatista español considerad­o por la elite francesa, es el que mejor marca la problemáti­ca actual de la vela aventura española.

—¿Y cuál es la mejor terapia para mejorar al enfermo?

—Para mí, y lo tengo muy claro, aplicar el modelo francés, que consiste en navegar en todo lo que sea el máximo tiempo posible, Una vez completada esa etapa acudir a una de las escuelas especializ­adas donde no solo te enseñan a regatear, sino a darte lecciones de marketing para que la labor de encontrar a tus patrocinad­ores te sea más fácil.

—¿Cree que la vela aventura tiene futuro en España?

—Seguro que sí, ya que cada día son más los regatistas españoles que se incorporan al mercado de los maxis y de la vela oceánica. Pero las institucio­nes tendrían mucho que decir y sobre todo hacer, ya que hasta el momento y salvo contadas ocasiones, no han hecho absolutame­nte nada.

VOR «NO CREO QUE EL MODELO IMOCA SIRVA PARA LA VOLVO, AUNQUE HAY QUE ESPERAR» POPULARIDA­D «EN MI TIERRA JAMÁS ME HAN HECHO UNA ENTREVISTA»

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Carlos Hernández

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