PUERTO SHERRY, ¿POR QUÉ NO?
Parece que despierta el que llegó a ser el mejor puerto deportivo del mundo en una época increíble para todos. Una época en la que la vela española podía presumir de estar entre las tres mejores del mundo, una época en la que la bahía de Cádiz era mágica para todos y en la que no se paraba de organizar regatas de crucero de altísimo nivel.
Puerto Sherry tuvo la culpa de todo aquello porque enamoró a Brent Walker, la empresa que dirigía los destinos de la marina con la mano experta de Nicolás Terry. Por entonces no se escatimaba nada. Había un gran patrocinador, Osborne y dos grandes regatas: la Semana Náutica de El Puerto de Santa María, apodada Semana del Sherry y la Regata Bombay Gin. El preciado Catavino de Oro estaba reservado para el gran campeón y aunque Puerto Sherry no era el organizador, ponía sus instalaciones para mayor comodidad de los participantes.
Se marchó Brent Walker y, por consiguiente Nicolás Terry, y todo comenzó a ir a la deriva. El Real Club Náutico de El Puerto de Santa María se empeñó en sacar los barcos de Puerto Sherry y abarloarlos en el Guadalete sin apenas sitio, lo que hizo, entre otras cosas, que se muriera la regata, y además, la bocana del puerto deportivo más importante del mundo se llenaba de arena dificultando la entrada y la salida de los barcos.
Puerto Sherry ha estado prácticamente abandonado deportivamente hablando. Solo su playa asfáltica le ha dado vida con la vela ligera gracias a que esa bahía es una de las más navegables del mundo.
Ahora y después de una serie de carambolas políticas y sociales ha desembarcado Valle de la Riva, que lleva ya algunos años recuperando lo que ya creíamos irrecuperable. Ella ha tomado el mando y ha hecho revivir la vela Clásica y de Época adquiriendo el « Hispania » y el «Giraldilla». Ella le ha dado a Puerto Sherry ese toque de personalidad que le había faltado hasta ahora y tenemos que ser agradecidos con ella.
Valle de la Riva se ha lanzado a la piscina y ha logrado atraer la atención del mejor circuito del mundo, las 52 Super Series. Sin ningún miedo afronta el reto de tener en casa a los TP 52. Un reto que va a originar un desembolso importante de euros, pero que también le va a devolver a Puerto Sherry el prestigio que tenía y que nunca debió perder.
Para conseguirlo debe rodearse de un equipo que ame la vela, sea juicioso, que no la engañe y que la aconseje muy bien. Ella, por su parte debe de proporcionar al puerto un sello propio y no fijarse en los demás. La personalidad de la bahía de Cádiz no tiene parangón con ningún otro sitio y seguro que si muestran esa personalidad y ese sello, los más grandes armadores del mundo se quedarán con la boca abierta y querrán volver. No en vano, como diría cualquier gaditano que se precie, «esto es Cádiz y aquí hay que mamar».
VALLE DE LA RIVA DEBE DE DOTAR A LAS REGATAS QUE ORGANICE DE UN SELLO PERSONAL SIN COPIAR DE NADIE PORQUE NO LE HACE FALTA