LOS VIEJOS ROQUEROS NUNCA MUEREN
En las últimas semanas han vuelto a salir a la palestra los eventos de vela que participarán en los Juegos de París 2024. A las novedades del 470 Mixto, el iQFoil y la Formula Kite, se unía la del barco quillado Ofsshore y Mixto. Esto conllevaba la desaparición del panorama olímpico por lo pronto del RS:X y del Finn.
Si bien el iQFoil y la Formula Kite están más que confirmadas, lo de que haya una regata costera, con un crucerito y mixto, no acaba de convencer a una parte de la vela, pero parece que mucho menos al Comité Olímpico Internacional, que es quien tiene que dar el visto bueno definitivo. Lo cierto es que algunas clases han movido ficha. Por un lado el Finn lleva años siendo el más activo y a resistirse a dejar de ser olímpico. No en vano es la clase más longeva en los Juegos, del año 1952, pero a su vez una de las que más y mejor se ha sabido adaptar a los tiempos, mejorando muy mucho el material con un gran trabajo de I+D en cuanto al casco, palo y vela. Con la adaptación del material y demás. Mientras que desde la clase 470, aunque el barco no está puesto en duda, desaparecen las categorías masculina y femenina, para pasar a ser mixto. Y también la Formula Kite, que aunque será nueva en París, es mixta por relevos, pero de buen seguro que también intentará que al final sea también masculina y femenina de forma diferenciada.
El hecho es que el COI dejó claro varios aspectos, por un lado la reducción de participantes en vela y que hubiera paridad entre hombres y mujeres, de ahí todas estas movidas de barcos mixtos y demás. Hasta ahora Río sólo lo fue el Nacra17.
Pues dentro de toda esta movida político, deportiva, social. La clase Finn – que a día de hoy sigue estando fuera de París– ha unido esfuerzos con un antiguo barco olímpico, el Europe, que lo fue desde Seúl 88 a Atenas 04; para ir de la mano y han planteado a la World Sailing un plan alternativo si finalmente el Offshore Mixto es rechazado, como así parece que será.
Y es el de hacer un evento mixto, es decir los hombres navegarían en Finn y las mujeres en Europe, en dos regatas independientes pero haciendo equipo. Es decir, que luego se sumarían los puestos de los dos representantes de cada país y de ahí saldría una clasificación conjunta.
Desde las clases Finn y Europe alegan que son dos barcos que están plenamente consolidados en el mercado, que hay flota en todo el mundo y que no supondría un tener que montar ninguna infraestructura extraordinaria.
AHORA ES TRABAJO DE LA WORLD SAILING BUSCAR LA MEJOR OPCIÓN PARA QUE EL COI LE DE EL VISTO BUENO