GRANDES EVENTOS, POCOS PROYECTOS
En las últimas dos décadas nos hemos encontrado que desde España se han organizado de forma regular las principales competiciones de vela a nivel mundial.
Hemos tenido salidas de la Volvo Ocean Race desde Vigo y Alicante, Copa América –Valencia y en 2024 Barcelona-, circuito MedCup o dos eventos de SailGP. Por razones obvias no hemos tenido Vendée Globe, Fasnet, o Giraglia, por poner tres ejemplos evidentes, ya que como su propio nombre indica llevan el nombre de algún punto concreto que las hace exclusivas.
Se trata de las competiciones más importantes en la vela y todas, curiosa y afortunadamente, deciden instalarse en España. ¿Y por qué ocurre eso? No será por la tradición de vela oceánica o de Copa América que podamos tener, aunque haya habido proyectos españoles en ambas competiciones; sino porque hay alguien que lo paga, habitualmente instituciones públicas, pero que no ponen cláusulas para la contratación de españoles, y quién al final quien se lleva la mayor parte del pastel son empresas y mano de obra cualificada, eso sí, mayoritariamente extranjera.
En las próximas The Ocean Race, Copa América y 52 Super Series no habrá, salvo sorpresa mayúscula, ningún equipo español, pero en cambio sí habrá sedes españolas. Es como un contrasentido. Difícilmente la gente que no es del mundo de la vela se acabe enganchando si no tienen un referente claro. En Valencia, el Desafío hizo vibrar a la ciudad; en SailGP la presencia del F50 Victoria hizo que hubiera afinidad del público con el evento y el equipo en Cádiz. Y en Copa América –a ver qué ocurre con los Young y las féminas–, pero a estas alturas se ve casi como un hito que pueda aparecer un proyecto español entre los que se jugarán la Jarra de las Cien Guineas.
Aquí no tenemos a un Larry Ellison, a un Ernesto Bertarelli, a un Doug DeVos, a un Fabrizio Bertelli, a un Jim Ratcliffe o a un Alberto Roemmers, dispuestos a gastar lo que hiciera falta en armar a un equipo de élite.
En España también hay ricos, claro, y que no voy a ser yo quién les vaya a descubrir. Es el caso de Amancio Ortega –el único al nivel de los anteriormente citados–, Juan Roig o Rafael del Pino. Aunque por afinidad y afición al mar y a la vela, podríamos encontrar a la Familia Entrecanales, que con Acciona sí patrocinaron a Bubi Sansó un proyecto de Vendée Globe; pero al resto, por ahora, no les ha llamado la atención el armar barcos; y ya no digo de Copa América, sino algo más ‘discretos’.
ESPDECÍA ÉL, QUE EL CID RUY DÍAZ HABÍA SIDO MUY BUEN CABALLERO; PERO QUE NO TENÍA QUE VER CON EL CABALLERO DE