¿FOILEAR ES NAVEGAR A VELA?
Tal vez algunos arruguen el ceño leyendo el titular, acaso otros no. Cuando me sale el lado purista, pienso que el foiling es otro deporte, como para mí también lo es el windurf y sus derivados. Y me permito decirlo sin rasgarme las vestiduras y con algo de conocimiento de causa, pues en una época de mi vida me dediqué bastante al windsurf, tanto compitiendo como dedicado empresarial y laboralmente al sector.
Sobre el foling me parece evidente que es algo distinto a navegar a vela, en el sentido estricto de las palabras. La navegación fue uno de los pilares de la civilización humana, cuyos principios se mantienen intactos desde entonces ya sea en barco de desplazamiento o de planeo. Volar por encima del agua, es otra cosa, ya sea en un monocasco, un multicasco, o por supuesto en una tabla tirada por una vela o una cometa.
El punto común es el viento como propulsor y en segundo plano, para los que nos gusta el aspecto competitivo de nuestro deporte, es compartir reglamento y la misma autoridad deportiva. Aspecto éste que hace unos cuantos años, cuando el Comité Olímpico Internacional empezó a tirar de las orejas a World Sailing sobre la reducción de regatistas y eventos en los Juegos, fue bastante criticada al iniciar el cambio de las clases olímpicas. En algunos foros internacionales se mantuvieron debates sobre el error estratégico de World Sailing. Se pensaba entonces que el windsurf debía excluirse como deporte “sailing” y darle vida propia, siguiendo el ejemplo de lo acontecido en los Juegos de Invierno con el snowboard y el esquí alpino… y eso antes de que surgiera el foiling.
Centrándonos en el foiling, estoy siguiendo con atención como el recientemente botado Flying Nikka encaja en el sistema de medición de la ORC, tras su estreno en el reciente mundial de maxis en Porto Cervo. No es un barco con foils como puedan serlo los modernos IMOCA o los Swan Skorpios de 120 pies o el My Song de 80, sino concebido para foilear como lo hace un barco de la America’s Cup. Me gusta el ejercicio que está haciendo la ORC, como en su día me agradó el desarrollo del rating para catamaranes, que ya está funcionando con éxito. Pero que no se asuste nadie, que no se trata de mezclar caracoles con elefantes, si no que compiten en divisiones absolutamente distintas, como ya hacen “catas y monos” en las importantes regatas caribeñas de principio de año. Sin duda el Flying Nikka ha abierto el camino, y tras su estreno la gente del RORC, que regula el sistema de medición ORC, ya han hablado de establecer ajustes en la fórmula tras las conclusiones de la experiencia en el mundial de maxis. Inteligentemente no se han planteado hacer alquimia intentando crear un sistema de medición con fórmulas que pretendan igualar los monocascos con los foilers.
NO SE HAN PLANTEADO CREAR UN SISTEMA DE MEDICIÓN CON FÓRMULAS QUE PRETENDAN IGUALAR LOS MONOCASCOS CON LOS FOILERS