Escapada festiva
En esta tierra fiel a las tradiciones, el turismo rural cobra un especial protagonismo en estas fechas
Con sólo nueve años un « niño del coro» burgalés se ataviará con sus hábitos para ser el «obispillo» por un día; en La Bañeza (León) el roscón dará una alegría post sorteo al agraciado que compre el dulce en el que se esconden miles de euros; y en San Esteban de Gormaz (Soria) decenas y decenas de personas se pondrán en la piel de un personaje del belén viviente. Son algunos de los cuentos de Navidad que se vivirán en estas fechas en Castilla y León, una tierra que invita a quienes busquen una escapada a encontrar allí su propia historia entre los paraísos naturales, las cumbres nevadas y los vestigios del pasado que siguen en pie en esta comunidad autónoma.
Tierra de vinos, de gastronomía de renombre, de cultura con mayúsculas y de un importante legado histórico y artístico, Castilla y León suma a sus encantos en estas Navidades la oferta propia de estas fechas, como conciertos corales, exposiciones o festivales temáticos –las citas en torno a la magia invaden varias ciudades–. Y por supuesto los belenes, tanto los vivientes como los materiales. Destaca, entre otros, el de la Catedral de Burgos, que ha sido durante años la representación de nacimiento de interior más grande del mundo. Y para los que busquen un toque original en el Museo Etnográfico de Castilla y León en Zamora, la Navidad toma forma de «clicks» de Playmobil.
Un total de 3.800 alojamientos y 45 posadas reales ponen a Castilla y León al frente de la oferta de turismo rural española. Este tipo de estancias están cobrando cada vez más auge para las fechas clave de la Navidad, abriendo la puerta a una gran estancia en la que todos caben, se alejan de la rutina y se aíslan del mundo en familia en entornos privilegiados y cargados de tradiciones. Y es que
PATRIMONIO NATURAL, CULTURAL E HISTÓRICO: MÚLTIPLES OPCIONES PARA EL VIAJERO