Del azul hipnótico a la Blanca Paloma Bahía de Tamouda
Junto a Tetuán y Chefchaouen se está construyendo una nueva Marbella
El avión de Air Nostrum nos lleva en una hora desde Madrid a Tánger. Aquí empezamos nuestro recorrido por el Rif, una región montañosa del norte de Marruecos que geológicamente forma parte del Arco de Gibraltar. Rif significa «Orilla» o «Margen», está poblado mayoritariamente por bereberes y es mucho más verde de lo que en España creemos.
En coche pasamos muy cerca de Ceuta y llegamos a la Bahía de Tamouda, una zona playera que hace 15 años estaba muy poco desarrollada y en la que hoy se alzan varios hoteles y resorts de lujo como el Ritz Carlton, Sofitel, Club Mediterranée y Banyan Tree, que pretenden hacer de esta zona una especie de Marbella marroquí. Visión 2020 es un proyecto ideado a principios de este siglo que quiere conseguir que para ese año Tamouda forme parte de los veinte destinos turísticos más importantes del mundo.
Tetuán es la ciudad importante más cercana, una población muy ligada históricamente a España, pero no demasiado popu- lar entre los viajeros españoles. Hasta que llegó la serie de televisión «El tiempo entre costuras » , que trascurre en buena parte aquí. Hoy todas las agencias ofrecen una ruta con ese título y el turismo de nuestro país ha aumentado considerablemente.
Tetuán se conoce popularmente como la Blanca Paloma y lo comprendemos nada
EN LA ZONA SE CONSTRUYEN HOTELES DE LUJO JUNTO A CIUDADES HISTÓRICAS
más llegar. En una de las rotondas de entrada a la ciudad hay una gran escultura que representa a ese ave, y enseguida la vieja medina de casas encaladas se nos ofrece posada tranquilamente sobre la colina de Jbel Dersa como si hubiera anidado en ella. La arquitectura española da paso a un intrincado mellah (barrio judío) y a la medina, Patrimonio de la Humanidad desde 1997. Chefchaouen es una ciudad de 40.000 habitantes a solo 63 km de Tetuán. Está rodeado por varias montañas de la cordillera del Rif que se elevan por encima de la población como si fuesen unos cuernos. Dicen que Chefchaouen en bereber significa «Mira los cuernos». Se encuentra en un lugar de difícil acceso y por ello fue elegida como base para frenar la influencia de los portugueses que en el siglo XV conquistaron Ceuta. También por ese motivo fue el destino de muchos moriscos y sefardíes expulsados de España en 1492. Y fueron los hebreos exiliados de Al Ándalus los que construyeron el barrio más visitado hoy de Chefchaouen con un trazado muy similar al de los pueblos andaluces de casas encaladas, pero sobre todo añadieron una particularidad que dura hasta hoy, tiñeron sus fachadas, puertas y ventanas de azul añil. Lo hicieron en un principio como signo que les diferenciaba de los musulmanes y acabó convirtiéndose en la carta de naturaleza del pueblo. Querían reflejar el color del Cielo y el poder de Dios. Las casas se pintan cada año pero en épocas diferentes, por eso la intensidad varía según pasan los meses. Azul añil, marino, cielo, hielo, grisáceo, turquesa... aunque siempre azul hipnótico.