200 AÑOS DE UNA UTOPÍA ECOLÓGICA
En su libro Elogio de la bicicleta, Marc Augé (Poitiers, 1935), profesor de Antropología y Etnología, glosa las virtudes de un artilugio humilde que simboliza el futuro de las ciudades, de un proyecto urbano que debería sacudirse los atascos y los malos humos y que, tal vez, podría reconciliar a la sociedad consigo misma. En la era de la globalización, la ciudad como tal ha desaparecido, convertida en una gigantesca colección de «no lugares» (un centro comercial, una habitación de hotel, una ronda de circunvalación... espacios intercambiables donde el ser humano es anónimo). La urbanización del mundo ha creado grandes metrópolis interconectadas entre sí por «filamentos urbanos» y que, juntas, constituyen una especie de «metaciudad virtual». Ante este panorama desolador, «es posible que a la bicicleta le corresponda un papel determinante», sostiene Augé, «porque el ciclismo es humanismo». Casi un papel redentor, ya que empieza a devolver poco a poco a las ciudades y a los filamentos que las unen un carácter de tierra de aventura o, al menos, de travesía.
La bicicleta cumple 200 años como objeto de una utopía ecológica. El barón Karl von Drais (Karlsruhe, 1785-1851) la inventó en 1817 para sustituir a los caballos en una época crítica (dos años antes la erupción del volcán Tambora en Indonesia enloqueció el clima, perpetuó el invierno, arruinó cosechas y hubo que sacrificar a muchos equinos para comer). Von Drais era un aristócrata peculiar. Partidario de abolir los fueros que beneficiaban a los de su clase, renunció a su título nobiliario. Evolucionó la máquina de escribir e inventó un horno para cocinar que ahorraba energía. Pero pasó a la historia por su «máquina corredora» ( laufmaschine en alemán), un velocípedo de dos ruedas construido en madera que se movía empujándolo con los pies. Hizo su primera demostración en público el 12 de junio de 1817 en Mannheim. Precisamente una exposición en el Tecnoseum de esta localidad de Baden-Wurtemberg conmemora el aniversario del nacimiento