Los pequeños arenales ofrecen una alternativa de ocio alejada del bullicio
No se puede hablar de la Comunidad Valenciana sin referirse a sus magníficas playas y calas bañadas por el Mediterráneo. Sus cálidas aguas, los largos paseos de arena fina y las propuestas complementarias de ocio y gastronomía las convierten en auténticos paraísos para el descanso. Lejos del bullicio de las grandes ciudades y con la dosis bucólica que aporta la intimidad, las calas plantean una jornada al aire libre, rodeado de aguas cálidas, arena fina, exuberante vegetación y el placer que regala el silencio.
Estos enclaves naturales, repartidos entre Valencia, Castellón y Alicante, invitan a disfrutar del primer chapuzón de la temporada, de propuestas acuáticas como submarinismo o snorkel, y de algunos de los mejores atardeceres de la costa levantina. Una ruta por los pequeños arenales del litoral de la Comunidad Valenciana permite elegir la mejor opción.
Así, en la provincia de Castellón se encuentran les Deveses, Les llanetes, Cala Foradá o Cala Pastor. En Peñíscola la recomendación sería una jornada en la cala del
LA COSTA VALENCIANA ESCONDE PEQUEÑOS TESOROS
Moro. En Oropesa del Mar está La Renegà, un enclave natural rodeado de una infraestructura ferroviaria reconvertida en Vía Verde. La provincia de Valencia alberga espacios naturales dignos de visita como las Playas Corinto, a las que se accede desde el municipio de Sagunto. Un poco más al norte, encontramos la playa de la Almardà, perfilada por dunas. En la pedanía de El Saler la popular playa con la que comparte nombre está integrada dentro de Parque Natural de la Albufera.
Denia es la primera parada en la provincia de Alicante, donde se puede disfrutar de Les Devesses, la playa les Rotes y la de Punta Negra. En Jávea cobran protagonismo la isla del Portixol y las calas de la Granadella la Cala del Moraig. En Benissa también se puede optar por Cala Fustera, mientras que en Calpe luce la cala Gasparet. Solo accesibles por mar, en Alfaz del Pi emergen como destinos imprescindibles la Cala Amerador o la playa del Metge.