Clave en la Ruta Jacobea
El peregrino tiene allí una doble opción para llegar a Santiago
Ponferrada sigue siendo un enclave fundamental en el Camino de Santiago. Desde que el viaje a Compostela empezó a atraer a más peregrinos, la capital del Bierzo constituye un hito para esos viajeros. Probablemente, porque es la última gran ciudad antes de entrar en Galicia. Quizás, porque supone el reencuentro con paisajes llenos de verdor, después del paso por la Meseta. Sea como fuere, Ponferrada ha sabido guardar esa vinculación histórica con el Camino Francés, que ahora multiplica. Desde la capital del Bierzo, peregrinos o viajeros tienen una doble opción de llegar a la tumba del Apóstol. Junto a la tradicional, ahora se consolida con la promo-
LA LOCALIDAD ACOGE AL INICIO DE JULIO LAS NOCHES TEMPLARIAS
ción del llamado «Camino de Invierno», la ruta alternativa que seguían los peregrinos cuando los rigores invernales hacían más complicado subir las cuestas de O Cebreiro.
Entre el sentimiento religioso, la curiosidad por la historia o el disfrute de unos paisajes de cuento, el visitante que llega a Ponferrada debe acercarse a las montañas, para conocer la localidad de Peñalba de Santiago, reconocida como uno de los «Pueblos más Bonitos de España » , después de una restauración integral para conservar su esencia y peculiaridad. El mero hecho de pasear por sus callejuelas, entre casas de piedra con corredores, balcón de madera y tejados de piedra, ofrece momentos bucólicos. Y un poco más allá, entre picos ma- jestuosos, el Valle del Silencio, un espacio natural, donde corretean los arroyos.
De vuelta a la ciudad, es obligada la parada en el Castillo de los Templarios, que se consolida como una de las fortalezas más visitadas de España, con más de cien mil entradas anuales. La fortaleza es el espacio central de las celebraciones de la Noche Templaria, una cita en la que se desarrolla un desfile, con caballeros, damas y soldados, que concluye con un espectáculo de música y pirotecnia en el propio castillo. Sea en esta época o en cualquier otra, el visitante no puede prescindir de la rica cocina del Bierzo. No en vano la comarca es el único territorio español que en una superficie así congrega hasta siete figuras de calidad.