Dundee y Carnoustie piden paso
En la época moderna (teniendo en cuenta que el torneo camina ya por su tercer siglo) el Open Británico repite la sede cada década, aproximadamente. Hay excepciones como las de la cuna del golf, St. Andrews, que se incrusta en el calendario cada lustro, o la del campo norirlandés de Royal Portrush, que después de su experiencia de 1950 volverá a albergar la prueba en 2019. Pero lo habitual es repetir los destinos con la cadencia comentada, lo que hace que Carnoustie (que lo recibió en 2007) vuelva a cobrar protagonismo esta misma semana.
Desde que en los años 30 este links de Angus entrase en la rotación, ha recibido siete ediciones y unos campeones que dan lustre a su palmarés: Tommy Armour (1931), Henry Cotton (1937), Ben Hogan (1953), Gary Player (1968), Tom Watson (1975), Paul Lawrie ( 1999) y Padraig Harrington ( 2007). Precisamente las dos últimas citas tienen un significado muy especial para el golf español, aunque por distintos motivos. En la postrera del siglo XX se produjo el debú de Sergio García en el «British», aunque el clima y el recorrido le castigaron y no fue capaz de superar el corte; y en la de hace once años el castellonense fue segundo, después de perder en el desempate ante su bestia negra, el irlandés Harrington. Además, en las jornadas previas Seve Ballesteros había anunciado su despedida definitiva del tor- neo que le encumbró y que le hizo un ídolo para el público británico.
Se trata del típico recorrido costero, batido por los vientos litorales, en el que las condiciones atmosféricas cobran un protagonismo definitivo. Y si no fuera así, el propio desarrollo del torneo ofrece siempre sorpresas en el hoyo 18, como la bola al agua del francés Van de Velde en el 99 o el putt errado por García en 2007. Los jugadores y los expertos consideran Carnoustie como el campo más duro y quien consiga dominarlo el domingo alcanzará una dimensión superior al resto de los mortales.
Dundee, ciudad de moda
Dada la magnitud de un evento como este, de inmediato cobran protagonismo otras localidades vecinas. Y en este caso, Dundee lo tiene por derecho propio. Desde hace tiempo la ciudad más soleada de Escocia se ha hecho un hueco en el mundo cultural gracias a su empuje en distintos entornos. Así, publicaciones como Lonley Planet, The Wall Street Journal, CNN, Bloomberg o The Guardian la han colocado como una de las ciudades a visitar en 2018 al ser una urbe en continua evolución, sede de algunos de los ejemplos más estimulantes de diseño, innovación y cultura del país.
El momento culminante llegará el 15 de septiembre, cuando se convertirá en sede del único museo V&A fuera de Londres que hay en el mundo. El edificio, diseñado por Kengo Kuma, será la joya de la corona de la oferta turística de la ciudad, una invitación a descubrir más de 500 años de genialidad, inspiración y logros de la creatividad escocesa. No en vano, Dundee fue nombrada primera ciudad del diseño del Reino Unido por la Unesco y también acoge el museo del cómic. Además, convendrá visitar la zona del puerto (donde está atracado el legendario Discovery que el capitán Scott llevó al Polo Sur), patear a fondo los locales que se han convertido en un paraíso «foodie» y disfrutar del arte callejero y los conciertos.
DUNDEE ESTÁ CONSIDERADA COMO LA CAPITAL DEL DISEÑO DEL REINO UNIDO