Parador El Saler
El mítico campo de La Albufera es un referente de los links europeos
En el mes en el que más se habla de links por todo el mundo (la celebración anual del Open Británico en estos recorridos costeros es motivo de comparación constante con el resto de campos), hay uno español que cobra especial protagonismo. Se trata de El Saler, una auténtica joya del golf que ideó Javier Arana en 1968 y que cumple ahora sus bodas de oro.
Situado en el Parque Nacional de El Saler, los 18 hoyos actuales y los 9 que se pedieron en la última remodelación sirvieron para colocar al genial dieñador vasco como uno de los más importantes del mundo. El recorrido respeta profundamente la fauna
EL PARADOR Y LA COCINA DE SANDOVAL, ATRACTIVOS AÑADIDOS
y flora autóctonas y, de hecho, convirtió los pinares y las uñas de gato en su principal referente decorativo. Y la propia configuración orográfica y los vientos cambiantes hicieron el resto.
Los hoyos están marcados por pinares y dunas y no hay forma de jugarlos dos veces de la misma manera a causa de la fuerza alterna del levante o del poniente. Esto supone un atractivo y un reto para los golfistas que no encuentran en otro tipo de diseños más convencionales. Y por eso esta maravilla valenciana está considerada como el mejor links de la Europa continental.
El recorrido es un par 72 de 6.042 m que combina las zonas de pegada con algunas eminentemente técnicas. Por eso gusta tan- to a los jugadores y ha sido sede en cuatro ocasiones del Open de España. Aparte, el club dispone de escuela, campo de prácticas, tres putting greens y dos de aproach.
Por si calidad de las instalaciones deportivas no fuera un reclamo suficiente para los jugadores, el Parador que las acoge y da nombre se encuentra a la misma altura y cumple con los requisitos de los viajeros más exigentes. Además de un alojamiento de calidad, ha incorporado nuevas ofertas gastronómicas como las de Mario Sandoval que harán las delicias de los visitantes. Y, en cualquier caso, sea cual sea el menú elegido, no puede faltar en algún momento una degustación de horchata con fartons o de paella, productos típicos de la zona.