Un clásico que vuelve a renacer
Se estima que en 2018 visitarán el país entre 10 y 11 millones de turistas, el mayor incremento en porcentaje en todo el mundo
n este caso no ha sido el Ave Fénix griega sino Bennu, la mitológica garza real de la mitología egipcia, quien ha vuelto a renacer de sus cenizas turísticas. Tras los disturbios de 2011 y la consecuente disminución de viajeros extranjeros, el país de los faraones ha registrado el mayor incremento anual de turistas en 2017, un 55% sobre el año anterior, según la Organización Mundial de Turismo, y hasta junio pasado ha recibido a unos cinco millones de visitantes, un incremento del 77%, el mayor del mundo.
Ante estos datos, las autoridades egipcias se muestran optimistas y estiman que en 2018 recibirán entre 10 y 11 millones de turistas. Un cálculo que se hizo antes de que la primera dama estadounidense, Melania Trump, se fotografiase el pasado 6 de octubre junto a la Gran Esfinge y las Pirámides, imágenes que harán que muchos de sus compatriotas se animen a emularla.
Y es que Egipto es mucho Egipto, un clásico con 3.000 años de historia, y las pirámides, su principal atractivo. Guiza, la meseta junto a El Cairo en la que se asientan las tres pirámides principales –Keops, Kefrén y Micerinos– es uno de esos lugares que se califican de mágicos porque son tan especiales que no sabemos describirlos con palabras. Al lado está la Gran Esfinge, tan enigmática como las pirámides.
Una de las mejores formas de descubrir los monumentos del Antiguo Egipto es en un crucero por el Nilo. Generalmente hacen el recorrido entre Luxor y la presa de Asuán o viceversa. Se viaja hasta el lugar de embarque en avión desde El Cairo y la navega-
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