El enoturismo está cada vez más ligado a la cultura del vino, como sucede en la Comunidad
Igual que los técnicos enológicos de la D. O. Vinos de Madrid han aportado procesos que aportan al vino mucho más peso en fruta, una estructura compleja y nuevos sabores, los técnicos en enoturismo han conseguido, gracias a Madrid Enoturismo, una cada vez mayor relevancia de la tierra madrileña de vinos en todo el mundo. Hitos conseguidos y una indudable proyección de futuro.
Si hay un rasgo identificador y diferenciador, es la variedad de sensaciones que producen nuestros vinos: lo habitual es encontrar que, en una denominación, haya una línea, unas características, muy similares… en la D. O. de Madrid pasa todo lo contrario.
El primer objetivo es conseguir que se hable a todas horas de los Vinos de Madrid: visitando bodegas y escuchando inquietudes, para trabajar en una estrategia encaminada a lograr que en Madrid se consuma producto de Madrid. Los contactos con restauración (fundamental), cadenas de supermercados, con medios de comunicación, prescriptores, sumilleres, etc. han sido mucho más fluidos. No podíamos seguir tapados por las grandes denominaciones, ya que el mercado madrileño es inmenso y podemos competir, para que los madrileños nos vean como algo propio y lo exijan en la tienda, en el restaurante. Cada vez hay más gente joven, como enólogos y empresarios de otros sectores, que emprenden proyectos innovadores que respetan la tradición.
Esta denominación tiene ventajas indiscutibles: somos de Madrid, marca que nos ofrece prestigio, dinamismo, calidad, juventud… Seríamos muy torpes si no aprovechásemos su tirón, ya que se elaboran vinos que recogen premios y reconocimiento internacional, con lo cual, el vino de tapeo debe ser un Vino de Madrid. Venderemos mucho más, para seguir creciendo y contar con el reconocimiento de los grandes gurús del mundo del vino. Y preparamos presencia en ferias reconocidas, como Prowein en Alemania, en el mercado norteamericano, en China…