GARANTIZAR LA SUPERVIVENCIA
Los saigas (Saiga tatarica) son los únicos antílopes europeos. Destacan por tener una nariz ancha, larga y móvil que les sirve para calentar el aire gélido de las estepas. Alcanzan los ochenta kilómetros por hora y recorren enormes distancias, pero su adaptación más sorprendente es la madurez sexual de las hembras. A los ocho meses ya pueden dar a luz. En su primer parto siempre nacen gemelos. Cuando la población corre peligro, se reproducen incluso a los cinco meses y paren gemelos de sexos distintos.