Desayuno de domingo con…
Carmen Posadas "Esta sección de 'XLSemanal' se inauguró en el comedor de mi casa hace 15 años. Tres lustros después, estoy encantada de replicar aquella entrevista en el mismo lugar. ¡Parece que fue ayer!"
Carmen Posadas, otra vez.
XLSEMANAL. Denunciaba entonces que la prensa manipula con medias verdades. CARMEN POSADAS. ¡Pues imagina hoy, en plena 'posverdad', ahogados por un exceso de información que no podemos procesar! En las redes ni se molestan en decir medias verdades: se lanzan mentiras flagrantes. La prensa escrita es el único bastión serio que nos queda. XL. Hace 15 años no le hacía gracia llegar a ser una viejita encantadora. ¿Sigue en la línea? C.P. Lo sigo pensando, sí. Dentro de 15 años me convertiré en esa viejita que no quiero ser. ¡Qué horror! Claro que la otra opción es mucho peor [ríe]. XL. ¡Anímese! Dicen que vamos a vivir un montón de años más. C.P. No me anima nada. Cuando dicen eso, no se alargará la vida, sino la vejez. No quiero ser una vieja durante 40 años. XL. ¿La edad la hace más brava? C.P. Ahora digo más lo que pienso, y eso es peligrosísimo. Una de las prerrogativas de la vejez es poder decir lo que piensas. XL. Lleva ya 12 años en nuestra revista. C.P. Y es de las mejores cosas que me han pasado en la vida: al ser una sección semanal, puedo reflexionar. Y en ella digo todo lo que se me pasa por la cabeza. Es la página más políticamente incorrecta que escribo, y la disfruto mucho. XL. ¿Dónde estaba usted hace 30 años? C.P. Vivía en Londres con mis dos hijas y estaba a punto de venir a Madrid porque Mariano Rubio y yo decidimos casarnos. Escribía cuentos infantiles y juveniles; pero, justo en 1987, decidí empezar a escribir relatos y novelas. XL. Así que, en este tiempo, en usted se han producido mil cambios. C.P. Sí, pero mi vida ha cambiado tantas veces que aquel fue un cambio más. Mi padre era diplomático y crecí habituada a cambiar de país cada cinco años. Me he pasado la vida reinventándome. XL. ¿Cómo recuerda aquella España? C.P. Era muy austera y de pronto se llenó de entusiasmo: la Movida, el big bang de la economía… Todos querían un buen coche, ser ricos y cambiar de mujer [ríe]. XL. ¿Y cómo la ve ahora? C.P. Estamos en el big crunch, rodeados de un pesimismo bastante injustificado: este es un país maravilloso. Bismark decía: «España es el país más grande del mundo: lleva toda la vida intentando autodestruirse sin conseguirlo» [ríe].