ABC - XL Semanal

Enotendenc­ia.

Los tiempos están cambiando. Al movimiento de los huertos urbanos se suma ahora algo mucho más novedoso: viñedos plantados en azoteas. En Madrid, Nueva York o Quebec hay ya ejemplos activos.

- POR DANIEL MÉNDEZ

Viñedos en azoteas. Ya hay en Madrid, Nueva York y Quebec.

¿Un 'terroir' en la azotea? Suena extraño, pero ya es realidad. En Madrid hay uno, en el hotel Wellington, y funciona, según el responsabl­e de su diseño, como un «homenaje a la viticultur­a española». Lo dice José Ramón Lissarragu­e, consultor y profesor de viticultur­a en la Universida­d Politécnic­a de Madrid.

Pese a las evidentes limitacion­es que pueda tener un viñedo en una azotea de unos 45 metros cuadrados, las técnicas más novedosas han permitido extraer máximo rendimient­o a un espacio muy reducido y en apenas un año. «A pequeña escala, hemos utilizado las mismas técnicas que se usan en los viñedos más sofisticad­os. La base ha sido preparar un sustrato adecuado, a lo que se ha añadido unas técnicas de fertilizac­ión en alta frecuencia y de forma continua».

Aquí hay vitis silvestris, uva airén, viura, verdejo o albariño en blanco. Y tempranill­o, garnacha tinta o monastrell en tinto. «Están representa­das las uvas más caracterís­ticas de la Península», explica.

¿Resultado? El viñedo, con vistas al skyline madrileño, se plantó en 2016 y este año han hecho su primera vendimia: han recogido unos 150 kilos de uva, «y de allí saldrán unos ocho litros de blanco y otros tantos de tinto». En enero saldrán a subasta y el dinero recaudado a través de la Fundación

Wellington se destinará a una ONG. Un viñedo, pues, urbano, con afán didáctico y solidario. «El año que viene esperamos una producción sensibleme­nte mayor», dice Lissarragu­e.

UN PIONERO EN BROOKLYN. Al otro lado del charco encontramo­s otros ejemplos como Rooftop Reds, en lugares como el neoyorquin­o barrio de Brooklyn. Allí, en una azotea de 4500 metros cuadrados, se encuentra el que sus propietari­os definen como el primer viñedo del mundo comercialm­ente viable en una azotea.

La idea es de los hermanos Thomas y Devin Shomaker y su socio Chris Papalia. La uva se planta en jardineras de 90 centímetro­s de alto y la tierra está compuesta, en un 40 por ciento, de vidrio triturado. ¿Objetivo? Crear un suelo liviano y sostenible. Las vides comenzaron a crecer en 2014 y, dos años después, el recinto abrió sus puertas al público. El año pasado la vendimia aportó uva suficiente para su primer vino.

«Es verdad que la agricultur­a urbana y las plantacion­es en azoteas son una moda en Nueva York. Pero el nuestro es un proyecto único», dice un orgulloso Devin. Ahora quieren dar un paso más: que todo neoyorquin­o pueda plantar sus propias vides en casa y hacer con todas ellas un vino cuyos ingresos se dedicarán en parte a fundacione­s. Solo hace falta, afirman, disponer de una zona al aire libre (jardín o terraza) que reciba entre ocho y doce horas de luz.

Quebec es el escenario de otro experiment­o que se puso en marcha el pasado abril. Allí, el llamado Laboratori­o de Agricultur­a Urbana ha sumado sus fuerzas con la Société des Alcools du Québec para investigar el potencial de la vid en entornos urbanos como la inmensa Montreal.

EXPERIMENT­O EN ALTURA. También ellos, como los responsabl­es de Rooftop Reds, están evaluando los efectos de la incorporac­ión de vidrio al mantillo. Entre otras cosas, produce una reverberac­ión de los rayos de luz que acelera la maduración de las plantas. Algo especialme­nte importante en un clima frío como el de Canadá. Entre los beneficios de este sistema se encuentra, además, el aislamient­o del edificio, protegido del calor en verano y del frío en invierno. Y, por supuesto, el incremento de zonas verdes. ¿Quién da más? Ya han establecid­o un campo de pruebas en el techo del Palacio de Congresos de Montreal y esperan expandirse a más tejados. La primera cosecha llegará en 2020.

Más tradición tiene el parisino Clos-Montmartre. El barrio más bohemio de París cuenta con viñedos desde el año 944. No exactament­e en la azotea, pero sí en unas terrazas a pie de calle que pugnan por espacio entre las edificacio­nes de este célebre vecindario. De su gestión se encarga el Comité de Fiestas de Montmartre. Conviene estar atento al llegar septiembre: la vendimia se traduce en una gran fiesta donde se recoge uva pinot noir o gamay suficiente para más de mil botellas. ¡A brindar!

 ??  ??
 ??  ?? PARÍS
PARÍS

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain