A finales del siglo XIX Japón ya inspiraba las tendencias de Occidente, pero era un destino al que muy pocos conseguían llegar. Ahora, el país nipón recibe más de veinte millones de turistas al año.
Sin echar al lado a Yamamoto, Kawakubo o Miyake, una nueva hornada de diseñadores impone la estética japonesa. Son Nakamura, Takahashi o Miyashita.
Popeye no es solo un dibujo animado: es la biblia nipona de los rastreadores de tendencias para hombre. Un ejemplo de la oferta del quiosco japonés.
Relevo generacional