LAS INTERFERENCIAS DEL CARDENAL
La primera intención de Caravaggio fue vestir a la santa de un rojo intenso. Pero lo atenuó hacia un tono pardo, más del gusto del cardenal Francesco Maria del Monte, que es quien encargó el lienzo. El apoyo económico del cardenal se percibe en la presencia del caro lapislázuli en la capa azul y en el paño.