5. La luz: el tenebrismo de Caravaggio
Durante sus primeros años como pintor, la influencia de Caravaggio es evidente. Predomina el realismo y la naturalidad y, sobre todo, el tenebrismo. Se aprecia un pronunciado claroscuro, que proyecta la luz sobre la niña, la parte superior del cuerpo de María, la figura arrodillada ante ellas y el cuello blanco del rey Baltasar. El ambiente es teatral, como si estuviera iluminado por focos dirigidos con intensidades variadas.