"SER ABANDERADO ES LLEGAR A LA CIMA DE TODO"
SAÚL CRAVIOTTO LLEIDA, 36 AÑOS
Saúl Craviotto va a entrar en el selecto club de los deportistas que han portado la bandera de España en la ceremonia de inauguración de unos Juegos. En Tokio lo hará junto con Mireia Belmonte, al ser la primera vez que el COI permite dos abanderados, un hombre y una mujer. Será la cuarta participación del piragüista en los Juegos. «He superado con creces todas mis expectativas», dice. Encabezar la delegación española es para Saúl «llegar a la cima de todo, cumplir el sueño que me quedaba». «Para un deportista como yo, que viene de una disciplina de menos repercusión, lo máximo a lo que se puede aspirar es a ir a unos Juegos; luego, a ganar una medalla olímpica; y, más arriba de eso, solo queda ser abanderado. Va a ser maravilloso. He procurado no imaginármelo mucho, porque me pongo nervioso, pero es lo más bonito que te puede pasar: portar la bandera de tu país. Es un símbolo que para mí es muy especial». Craviotto atesora ya cuatro medallas de sus tres anteriores participaciones: dos oros, una plata y un bronce. Si volviera a subir al podio, podría igualar, o incluso superar, a David Cal, que con cinco medallas es el español con más metales en los Juegos. «Ni sabía esa posibilidad, así que fíjate la importancia que le doy –explica–. Yo voy a intentar ganar una medalla y si es de oro, mejor, pero no me quedaría triste si logro la plata o el bronce».