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España se juega su prestigio internacional tras la reapertura del turismo
les sale más a cuenta vivir en nuestro país que quedarse en el suyo. Estoy pensando en foráneos con buen nivel adquisitivo, que son conscientes de que en nuestra tierra pueden encontrar una calidad de vida mejor a un precio mucho más bajo que en su país. Es un hecho constatable que la fortaleza económica distintiva que caracteriza a España es el turismo. Este sector productivo se constituye hoy, ante el declive que va a sufrir la industria, como la mejor ventaja competitiva de nuestro país en el mundo, para superar los años duros que se presagian.
¡Qué pena que la ministra de Turismo no perciba la oportunidad! Su inadvertencia quedó demostrada el pasado enero, cuando se negó a acometer un plan de modernización de tantos viejos hoteles que requieren ser remozados integralmente. Hace casi un año, la asociación de hoteleros Hosteltur solicitó a Reyes Maroto concentrar 17.500 millones de euros de fondos europeos para invertirlos a lo largo de 10 años. Se dedicarían 15.000 millones a un PERTE (proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica) en los primeros tres años y otros 2.500 millones de fondos europeos tradicionales en siguientes ejercicios. Esta financiación, previsiblemente, movilizaría 37.500 millones más de inversiones privadas, lo que conseguiría una rehabilitación de las infraestructuras hoteleras. Al hacer éstas más confortables, aumentaría la demanda, lo que permitiría que fueran más rentables al poderse subir los precios. Desgraciadamente parece que la ministra no es plenamente consciente de que, con turistas de clase media y alta, quienes más se benefician de ese PERTE son quienes tienen empleos de bajo valor añadido, y que los ‘paganos’ de esos nuevos puestos de trabajo son los supuestos ricos alojados, a los que me temo que la señora. Maroto no les tiene simpatía.
Merece la pena reseñar el ‘Informe del impacto económico de la pandemia’ elaborado por el World Travel & Tourism Council (WTTC), pues permite cuantificar la recuperación del turismo. El dossier resulta demoledor para España, pues si antes de la pandemia, en 2019, el turismo y los viajes superaron el 14% del PIB, en 2021 tan solo han supuesto el 8,5%, lo que se traduce en que tan solo se ha recuperado un 60,71%. Esta cifra es desastrosa si la enfrentamos con el porcentaje de recuperación mostrado por el resto de países competidores europeos, con el tropiezo del
Reino Unido, sin duda causado por el Brexit. Para valorar la recuperación nos fijaremos en el porcentaje que supone el sector turístico en el PIB 2021 y lo compararemos con el valor de 2019. Las mejores cifras de recuperación han sido: México, con un 87,92%; Italia (85,85%), Brasil (83,12%), India
(82,66%), Francia (77,38%) y Países Bajos (72,97%).
Merece la pena revisar en el informe de WTTC para tomar conciencia de por qué el sector turístico es tan esencial para la economía española. Antes de la pandemia (en 2019) nuestra nación recibía 83 millones de visitantes, cifra que en Europa tan solo superaba Francia con 85 millones. Los empleos turísticos antes de la pandemia (en 2019) fueron 2,84 millones, lo que representó el 14,4% del empleo total. Los turistas nacionales gastaron 60.700 millones de euros en su país, mientras que los extranjeros alcanzaron los 80.100, lo que supone el 17,8% del total de las exportaciones españocon las. Sé que tiene más glamour para los políticos progres producir hidrógeno verde, pero lo que ahora debiera primar es dejar de ser el país que, junto Grecia, arroja las tasas más altas de paro desde hace varios lustros.