El Mundo Nacional - Weekend - Actualidad Económica
El verano muestra un anticipo de lo que viene
El impacto ambiental del que ha sido uno de los periodos estivales más extremos y la crisis energética obligan al país a intensificar su estrategia ecológica
l verano de extremos climáticos que le ha tocado vivir a gran parte del planeta ha amplificado la demanda de la comunidad científica por acelerar la transición ecológica. La ola de calor infinita sufrida en julio y agosto ha puesto en jaque a países de Europa encargados de liderar ese proceso verde en medio de una grave crisis energética derivada de la pandemia y de la guerra de Ucrania, a la que es urgente dar solución sin que eso suponga una amenaza para el medio ambiente.
En esta coyuntura, España, uno de los protagonistas llamados a abanderar la hoja de ruta de la Agenda 2030, ha visto cómo las previsiones ligadas al cambio climático se han cumplido preocupantemente. Apenas existen precedentes de la sequía actual (un 26% menos de lluvia de lo habitual
Elos pantanos a poco más del 35% de su capacidad, según el Ministerio para la Transición Ecológica). Por no hablar de la inusual persistencia de altas temperaturas. De hecho, la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha confirmado este mes que nuestro país ha tenido en 2022 el verano más caluroso desde que hay registros (1961), con una anomalía media de 2,2 grados centígrados.
Esa tormenta perfecta de calor extremo, humedad relativamente muy baja y vegetación seca ha sido un caldo de cultivo propicio para la aparición y propagación de los voraces incendios forestales que se han registrado en diversos puntos del territorio. Más de 286.000 hectáreas han ardido en España en lo que va de año por estos desastres, según datos del Sistema Europeo de Información de Incendios Forestales (Effis). Esta cifra sitúa a España en cabeza de los
energías renovables en la cesta de producción de electricidad y el impulso también de los gases renovables y los biocombustibles”.
INFLACIÓN VERDE. Ahora bien, el tránsito hacia este modelo implica un nuevo desafío: controlar la greenflation o inflación verde. Durante los últimos meses, la espiral inflacionista también se ha traducido en una escalada de los precios de materias primas necesarias para la transición energética, como el estaño, el litio o el cobalto. Según refleja un estudio del Consejo de Energía, Medio Ambiente y Agua, estos recursos se encarecieron entre un 20% y un 90% solo en 2021.
Eoin Murray, responsable de Inversiones de Federated Hermes Limited, considera que “es probable que esta inflación verde aumente en las próximas dos décadas a través de una combinación de un incremento de la inversión verde y el desequilibrio entre la oferta y la demanda de metales”. Y aquí, dice, la duda que surge es “si el mundo se embarca hacia una transición ordenada, en cuyo caso estará más cerca en el tiempo, o desordenada, siendo entonces un fenómeno de la próxima década”.
Mientras se despejan estas dudas, las compañías energéticas que operan en España continúan acelerando sus iniciativas de transición verde. Por ejemplo, Iberdrola prevé que su potencia renovable instalada ronde los 60.000 megavatios en 2025, con un crecimiento del 55%. De la misma forma, ha puesto en marcha recientemente proyectos como Francisco Pizarro, la mayor planta fotovoltaica de Europa, construida en Cáceres y que “producirá energía limpia suficiente para abastecer a más de 334.000 hogares y evitará la emisión de 150.000 toneladas de CO2 anuales”, según explican desde la energética.
A su vez, las empresas de gestión del agua
El plan de ahorro de energía aprobado en agosto se añade al objetivo de alcanzar un 74% de producción renovable en España en 2030
tienen un papel capital en España, considerada la huerta de Europa y uno de los países con mayor estrés hídrico. En concreto, siete de las diez cuencas con más sequía se encuentran aquí, según la Agencia Europea de Medio Ambiente.
En este sentido, el grupo Agbar ha intensificado durante los últimos años soluciones para maximizar la sostenibilidad en estas explotaciones, que van desde el tratamiento y la reutilización del agua con el fin de aumentar la disponibilidad de recursos hídricos a otras que incorporan sistemas de riego inteligente.
Desde esta compañía afirman que su línea de trabajo va en consonancia con la urgencia de “tomar medidas para preservar los recursos hídricos y dotar de una mayor resiliencia a ámbitos como la agricultura, por ser el sector donde se destina la mayor cantidad de agua dulce”.