LA REBELIÓN DE LA MASA
FORMA Y ANTIFORMA, CUBOS Y POLIURETANO. EL ARTISTA CARLOS MACIÁ HA JUGADO CON LA ESPUMA Y EL SPRAY PARA INVADIR LA TIENDA BANDERA DE PURIFICACIÓN GARCÍA EN MADRID.
P urificación García y Carlos Maciá. O viceversa. El orden de los factores no altera el producto, que en este caso se llama Proyecto PU. Es el último eslabón de la larga cadena que vincula a la diseñadora con el arte. Carlos, un artista gallego consolidado, fue el encargado de customizar su tienda insignia en Madrid durante el mes de noviembre y de hacerla interactiva para sus clientes, que pueden arrancar pedazos de la obra y reconstruirla. “Trabajé con patrones presentes en mi trabajo, como el color y la geometría. Propuse un juego entre la forma y la antiforma —explica Maciá—. Forma sería la rigidez de un cubo, el logotipo de la firma, y para representar la antiforma, lo voluble, elegí el poliuretano, un aislante imposible de controlar. Crece donde y cuanto quiere. Sus siglas son PU y de ahí el nombre”. El resultado es una boutique fagocitada en la que el escaparate y los probadores (cubos al fin y al cabo) están invadidos por un muro de poliuretano verde Hulk, como lo bautizó Carlos. “Debajo del verde hay otra capa rosa palo que la gente puede arrancar para crear una obra distinta, de nuevo arbitraria, incontrolable”,
concluye. “Ha conseguido materializar de una manera divertida nuestra idea de interacción”, añade Purificación. Carlos Maciá (Lugo, 1977) estudió en la Politécnica de Valencia y tiene claro lo que es. “Me considero pintor y me he propuesto amplificar la pintura, darle vigencia. No quiero que se quede encorsetada en un cuadro. Intento hablar de su materialidad, de su volumen, y hacerlo a través de otros soportes, por ejemplo tratando una imagen o un vídeo como si fuesen pintura. Si cojo un aluminio y lo arrugo estoy construyendo una escultura. Si intervengo en una casa, también”, nos explica. Y así lo ha hecho, desde sus primeros óleos Estructuras (2001-2003) o Spray (2002-2005) hasta sus fotografías Late Night Paintings NY (2008) o sus más recientes piezas Markers (2011-2015). “Me matriculé primero en Químicas. Siempre estudié ciencias y creo que ese pensamiento técnico define mi forma de hacer las cosas. Me interesa cocinar las piezas yo mismo, aunque requieran un esfuerzo físico enorme. Lo necesito, es casi terapéutico. Acabé en Bellas Artes porque pensé que iba a ser fácil y después, en seguida, conseguí galería, sin muchas pretensiones”, cuenta. En su agenda, una exposición en la Fundación Luis Seoane de La Coruña y otra en Valencia en la galería Luis Adelantado. “Hay una tendencia a lo performativo en mi trabajo. Quiero formar parte de la obra, de alguna manera, porque mi experiencia es casi más importante que la pieza”, remata. www.carlosmacia.com
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