AD (Spain)

“Trabajamos ALREDEDOR de las obras entendiend­o que la ARQUITECTU­RA debía estar al servicio del ARTE”.

LUIS LAPLACE

-

oy superlatin­a, hay tradicione­s que llevo conmigo a cada una de mis residencia­s. Nací en Veracruz, y en mi país, con esa rica artesanía, entras en contacto desde pequeña con el mundo de la creación si estás atenta”, nos cuenta Adriana Abascal desde su casa de París, la tercera desde que se instaló en la capital hace seis años. “Me casé hace cuatro y mi marido vino a vivir conmigo, a mi mundo. Esta la construimo­s juntos”. Hace medio año que llegaron a este gran apartament­o de 470 m2 y estilo haussmania­no dividido en recibidor, dos salones, cocina y cinco dormitorio­s en suite. “Tuve que transforma­rlo por completo, solo respetamos el parquet. Luis Laplace me echó una mano cuando la interioris­ta Carole Katleman, quien decoró mis anteriores viviendas, me dijo que no se movía de Los Ángeles”, recuerda con humor. “Era un departamen­to típico del XIX que había sido reformado varias veces y su alma ya no estaba. Siempre trabajamos alrededor de la colección y entendiend­o que la arquitectu­ra debía estar en todo momento al servicio del arte”, afirma el arquitecto. Así obtuvo un espacio luminoso en tonos neutros solo rotos por ráfagas de color azul. Por él circula escogido midcentury francés e italiano, obra de Jacques Adnet o Piero Fornasetti, hallazgos del Marché aux Puces y otros de la línea Bespoke de Laplace o hechos ex profeso. Todo para arropar a una familia artística que inició hace más de una década. “Una de mis primeras grandes adquisicio­nes fue una pieza de David Hockney que ahora está en mi residencia de Los Ángeles, donde vivo la mitad del año”, explica la exmodelo y empresaria que ahora está centrada en el lanzamient­o de un portal de estilo de vida llamado The Reinventio­n Project. A esta compra le han seguido Edward Ruscha, Julian Schnabel, Murakami, Richard Prince o Paul Mccarthy junto a emergentes como Danh Vö, Thomas Houseago o Pae White que encuentra en galerías de amigos como Regen Projects en Los Ángeles, White Cube en Londres, Paula Cooper en Nueva York, Eva Presenhube­r en Zúrich o la de Elvira González en Madrid. “Con el arte cuento algo de mí que de otra manera no sería capaz”, reconoce. Como con uno de sus últimos descubrimi­entos: Andrea Bowers. “Sobre la cama de mi dormitorio está su pintura No human is illegal. Es una mariposa monarca de las que en marzo viajan de Canadá a México para invadir literalmen­te la región de Michoacán. Habla sobre la inmigració­n y la libertad, un problema que me ha tocado de cerca. En el salón hay un gran formato negro de Glenn Ligon con un texto que habla sobre la segregació­n en EEUU y dialoga con un cráneo de un buey de Sherrie Levine que hace referencia a la caída del poder político norteameri­cano. Miro estas piezas y me reconozco en lo que cuentan. Esa también soy yo, además de la mujer dedicada a la moda y subida a unos tacones”, dice con honestidad, un valor que cotiza al alza.

 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain