TRAS LA CORTINA
400 metros de flecos de plástico negro, cientos de claveles rojos, mesas blancas y una iluminación teatral. Así fue la Sala VIP de ARCO.
Un oasis, una sugerente gruta envuelta en 400 metros lineales de flecos negros que creaban ambientes íntimos, oscuros pero cálidos. Así fue el proyecto ganador del concurso para crear la Sala VIP que anualmente convoca Arcomadrid y AD España, y que este año llevaron a cabo la arquitecta Patricia Reznak y el estudio Briales del Amo. “Queríamos un espacio en el que se pudiera descansar del exceso de información de la feria, por eso apostamos por este material oscuro y por una cuidada iluminación ideada por el director de fotografía José María Civit”, detalla Reznak. “Ordenamos el espacio en tres recintos (un atrio de entrada, un bar y un restaurante) y huimos de las puertas porque queríamos una conexión rápida”, añade Pilar Briales. El punto arty se plasmó en cien sillas perforadas con fotogramas de un huracán obra del artista Eugenio Ampudia que la galería Machado-muñoz editó y puso en venta. “Este soporte le confiere concepto a la pieza. Sentarte sobre una tormenta aporta un riesgo cómodo”, dice Ampudia. Sin duda, fue una buena experiencia.