FOTOSÍNTESIS DECÓ
Lo último es proyectar con la belleza natural de las plantas. En lámparas, restaurantes e incluso en la oficina, el verde vuelve a ser omnipresente.
Edificios, lámparas, oficinas y restaurantes. Todos se arrodillan ante el poder vegetal.
La arquitectura minimalista de los 90 mató a las plantas. Hoy regresan inundando interiores y muebles, desde los 70 no se veían tantas. Por ejemplo, más de mil de ellas dominan el coworking Second Home que el estudio español Selgascano ha proyectado en Lisboa, en el primer piso del Mercado de la Ribeira. Dan privacidad porque actúan de separadores y, al mismo tiempo, aportan calidad al aire que se respira. Igualmente, en el nuevo restaurante madrileño Flores de Alcachofa, obra de las decoradoras Las2mercedes, helechos colgantes, kentias y fatsias son las protagonistas. El diseño también piensa en verde, con lámparas que iluminan a la vez que hacen de invernadero. El dúo Goula/figuera firma el proyecto Viride (verde, en latín): con pantallas LED, se programan para garantizar las horas de luz necesarias para que crezcan los vegetales y una de ellas incluso incorpora un humidificador ultrasónico. Está claro, la vegetación es siempre un buen recurso formal y funcional.