VANGUARDIA ANTIGUA
ANDRÉS JAQUE REVISITA EN RÓMOLA LA HISTORIA DEL ARTE Y LA ESTÉTICA DE LAS VIEJAS CAFETERÍAS DE MADRID.
No es casualidad que Rómola, un nuevo restaurante proyectado por el iconoclasta arquitecto Andrés Jaque, sea el título una novela ambientada en el Renacimiento de Mary Anne Evans. Porque si algo se respira en este local del barrio de Salamanca, es belleza e historicismo. “Queremos defender el clasicismo como tendencia. Este interior rompe con todo lo anterior, especialmente en una ciudad como Madrid, porque es una vuelta a la austeridad y a la ausencia de reclamos”, cuenta su autor. Así, el mármol estatuario que usaban Miguel Ángel o Borromini se ha utilizado para crear lo que él define como “una tienda de campaña” que, a modo de celosía colgada del techo, sirve de zona de encuentro en la planta superior. Todo el espacio, que ha recuperado su estructura con un interior luminoso y abierto a la calle, es un ejercicio en el que Jaque se sale de su zona de confort, más teórica y performativa, y aborda los códigos del bistrot de lujo. Los detalles en cromados y skai, sin embargo, son para el proyectista un homenaje a las típicas cafeterías madrileñas y son fruto de “una búsqueda de artesanos en peligro de extinción”. Es una estética que marida estupendamente con la propuesta gastronómica: sabrosas delicias hipocalóricas, mucho sabor y cero grasa. Jaque concluye: “Hemos pretendido rescatar un local que ya no existe: un escenario urbano al que siempre volver”. Madrid: Hermosilla, 4. www.romola.es
“Rómola es una vuelta a la austeridad. Defiendo el clasicismo como tendencia”. ANDRÉS JAQUE